El escapulario como signo de amor
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial
Virgen del Carmen, Madre nuestra, llegamos hasta ti, arrepentidos de todas las faltas con que hemos ofendido a tu Hijo y a nuestros hermanos.
Implora para nosotros la misericordia de Dios Padre y la fuerza para perseverar en el bien.
Líbranos de toda tentación y ayúdanos a hacer siempre el bien a quienes nos rodean. Amén
Lectura bíblica del tercer día:
“Tú eres mi refugio, tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación” Salmo 32, 7
El 16 de julio de 1251, san Simón Stock, superior de los carmelitas, estaba orando a la Virgen del Monte Carmelo por la comunidad cuando se le apareció la Virgen María acompañada de una multitud de ángeles. Ella le prometió conceder ayudas especiales a quienes lleven su santo escapulario con amor y se esforzaran por llevar una vida santa.
Simón Stock y todos sus hermanos de comunidad se dedicaron a propagar la devoción a la Virgen del Carmen por medio del uso del escapulario.
El escapulario es un signo de amor a la Virgen del Carmen, en el cual imploramos su protección e intercesión para ser mejores creyentes. Es un signo que alimenta nuestra esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna.
El escapulario, por su sencillez nos habla de las cosas de cada día, pero, con una rica expresividad que lo convierte en patrimonio de los pobres de la tierra, habla de la alianza con todos los pueblos y de la comunión de hermandad entre nosotros. El escapulario, es una parábola de comunión, porque es el regalo de una mujer que besa cada día nuestra herida y nos acerca de forma entrañable, en su ser de mujer, la ternura de Dios Trinidad.
El papa Juan Pablo II escribió en relación con el escapulario: “Es un signo de protección continua de la santísima Virgen, no sólo a lo largo de la vida, sino también en el momento de la transición hacia la plenitud de la gloria eterna.”
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la santísima Virgen María y reina del Carmelo, para que, guiados con su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +