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10 Minutos con Jesús. Hoy: De uno en uno

por 10 Minutos con Jesús

Entrega número seis de las meditaciones que difunde el equipo de 10 Minutos con Jesús. El equipo de 10 minutos con Jesús está conformado por sacerdotes y laicos de EE.UU, México, Inglaterra, España, Colombia, Kenya, Filipinas, que hacen posible que miles de personas de todo el mundo pasen 10 minutos diarios de conversación con Jesús a través de WhatsApp, Spotify, Telegram, Instagram, YouTube, Ivoox, Podcast de Apple, Google Podcast…

Señor mío y Dios mío. Creo firmemente que estás aquí; que me ves; que me oyes. Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracias para hacer con fruto este rato de oración. Madre mi inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi Guarda, interceded por mí.

Una idea, un cambio

Me contaba un amigo que un día escuchó en un retiro una idea que le cambió la vida. Ésta decía que no deberíamos dejar pasar un solo día sin tratar de acercar a alguien a Dios. Obviamente sin dar el tostón o empezar a asaltar a la gente en la calle. Hacerlo con naturalidad. Y me contaba que un día llegó a casa después de trabajar agotado y mientras estaba esperando a que bajara el ascensor, se acordó que aquel día no había cumplido su propósito. Justo al llegar el ascensor entró un vecino por el portal al que había visto alguna vez pero no conocía. Le saludó, entraron en el ascensor y se le ocurrió que esa podía ser la última oportunidad del día.

Así que después de una amable introducción, le dijo que dentro de unos minutos él y su familia iban a rezar el rosario y que cada uno proponía algo por lo que rezar. Mi amigo le preguntó si se le ocurría algo que le preocupe por lo que su familia pudiera rezar. Me imagino la cara de sorpresa de aquel tipo. Pero se repuso,  sonrió tímidamente, lo pensó y dijo que no era católico pero si su familia pudiera rezar por su  novia  que se lo agradecería. Al parecer estaban atravesando una etapa difícil y el hombre no sabía qué hacer. Hablaron un ratillo y aquel fue el comienzo de una gran amistad.

Dos años después….

Para resumir toda la historia, les  cuento que en menos de dos años aquella pareja fue recibida en la iglesia católica,  se confesaron los dos por primera vez, hicieron la primera comunión y se casaron en una parroquia. Y todo por un encuentro en un ascensor.

Como dice Jesús, el reino de los cielos se parece a la levadura. Vamos a ver. Una mujer toma y meten tres medidas de harina hasta que todo fermenta. Esa es la comparación que nos diste Jesús.  Mira la levadura como sabes es un microorganismo que ni se ve en proporciones ridículas pero acaba transformando toda la masa. La levadura se tiene que mezclar con la masa y allí empieza a hacer su labor fermentando azúcares y transformándola despacito pero no es instantáneo; lleva tiempo. Hace falta paciencia. La levadura hay que dejarla actuar en silencio.

De uno en uno

 El reino de los cielos es igual la iglesia. Por eso, Jesús nos dice que el reino de los cielos no viene con espectáculo ni se podrá decir verlo aquí o allí. Porque nos dice que el reino de los cielos ya está en medio de vosotros. Está ahí, silencioso. La iglesia está creciendo sin espectáculo. No sé si recuerdas una película que se llama Cadena de favores. Su protagonista, Trevor es un chaval que propone cambiar el mundo haciendo algo por alguien. Alguien que tienes cerca. Hacerle un gran favor. Esto mismo es lo que hicieron los primeros cristianos. Fueron de uno en uno.

Tú, Jesús, no mandaste a los primeros cristianos desembarcar en Roma con carteles de convertidos  o seréis  pasto de las llamas del infierno. Los primeros cristianos no iban repartiendo folletos en el mercado y no hacían grafitis en las paredes del coliseo. Tampoco tenían una cadena de televisión ni radio,  WhatsApp, Spotify o podcasts. Y el ambiente que se encontraron no era mejor que el nuestro.

Recuerda que en lugar de tener la Champions League lo que tenían era el circo romano con leones comiéndose cristianos y la gente en el palco comiendo palomitas. Fácil no era y transformaron el imperio romano. ¿Cómo se hizo viral el mensaje de Jesús? Pues como el caballero del ascensor. Yendo de uno en uno. Hablando con naturalidad, sin un programa específico. Sin estrategias de expansión ni folletos institucionales,  ni páginas web.

Tú, Jesús,  nos pides que seamos levadura,  que vayamos de uno en uno. Que cada uno le pase esta buena noticia al de al lado.

Los primeros cristianos

Con respecto a los primeros cristianos se lee en el acta del juicio contra San Justino que antes de que le sentenciaran a muerte en el año 165, le pregunta el juez  cómo había expandido sus ideas. Si  tenía una escuela o algo en plan. Contestó el mártir que cada uno se reúne dónde puede y prefiere.  En esos tiempos, los cristianos no se diferencian ni por el país donde habitan ni por la lengua que hablan; ni por el modo de vestir. No se aíslan en sus ciudades ni emplean lenguajes particulares. La vida que llevan no tiene nada de extraño. Viven en ciudades griegas o extranjeras. Donde estén y se adaptan a las tradiciones locales en el vestir y en el comer.

Otro texto

Déjame que te lea otro texto. Éste es de uno que murió en el año 220.  Tertuliano le explicaba a los paganos  que convivían con ellos  y que frecuentaban  el foro, el mercado, los baños las tiendas,  los talleres, los establos. Que navegaban  con ellos o militaban  en el ejército, etc.  Cultivamos la tierra, comerciamos. “Nosotros somos de ayer y sin embargo lo llenamos todo. Llenamos vuestras ciudades, islas, fuertes, pueblos, consejos7, los campos, el palacio, el senado,  el foro”. Y añade el Tertuliano con cierta ironía: “Solamente os hemos dejado vuestros templos. Esos os  los podéis quedar”.  Así como la levadura en medio de la masa, los cristianos se adentraban en la sociedad transformando todo poco a poco. 

Uno con el que tenían lado como el hombre del ascensor. Como tus primeros discípulos, Jesús. Nosotros no mandamos correos spam o mensajes a todos nuestros contactos diciendo Dios te ama o regalando camisetas que digan Yo amo a Jesús.  Los primeros cristianos no llevaban uniformes ni programa. Iban de uno en uno con sus amigos. Me pregunto Jesús si paso algún día sin intentar atraer a algún alma hacia ti.  Porque hoy mismo si todos los que escuchan esta meditación la comparten,  en un solo día podemos hacer un tsunami apostólico.

Intentar cada día

Madre mía inmaculada te encomendamos intentar cada día contactar con alguien. Pero sin vender productos, sólo por pura amistad. Y quizá la levadura cristiana se vuelva a extender como en los primeros siglos.

Te doy gracias Dios mío por los buenos propósitos, afectos e inspiraciones que me has comunicado en esta meditación. Te pido ayuda para ponerlos por obra.

Madre mía mi inmaculada, San José, mi padre y señor, Ángel de mi Guarda, interceded por mí.


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