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Meditación del 24 de Junio

por Pbro. Luis A. Zazano
Lucas 1,57-66.80

Evangelio según San Lucas 1,57-66.80.

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;
pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan».
Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.
Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron admirados.
Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

Cada vez que visitas nuestros anunciantes estas ayudando
a Misioneros

El tiempo

1) Se alegraban: qué lindo esto, aprender a alegrarme con el otro y por el otro. Somos mas rápidos de caer en la envidia que en la alegría. Cuántas veces te pasa que caes en la envidia cuando al otro le va bien y hasta le buscas la quinta pata al gato cuando el vecino prospera. (takes2fitness.com/) Hoy Dios nos recuerda que tenemos que ser de buen corazón, alegrarte y entusiasmar al otro y por el otro, manifestarle que te hace bien que al otro le vaya bien. Capaz que como propuesta de hoy podrías decirle a alguien que te alegras por él o por ella por… (pensá en algo). Pero hace bien el decirlo. Qué lindo cuando alguien te dice que estás haciendo bien las cosas o algo. Siempre llamamos para reclamar pero casi nunca para felicitar o animar.

2) Admirados: la voluntad de Dios debemos cumplirla. Él nos muestra que nunca nos abandona. Él va junto a nosotros y está a nuestro lado, pero nosotros también debemos responderle en este caminar cumpliendo su voluntad. Capaz que nos cuesta aceptarlo o entenderlo, pero lo que Dios tiene planeado en tu vida es mucho más grande de lo que vos te imaginas para tu vida.

3) La mano de Dios: vos también tenés una misión gigante. Podés dar mucho y llenar la vida de muchas personas. A cuántas personas podés hacer feliz y hasta me animo a dejarte esta tarea: pensar en 5 personas que ayudé a que sean felices. ¿Te animas a contar 5 personas que ayudaste en su vida a ser felices?

Un año con Jesus

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3 comentarios

Joaquin Isla junio 24, 2020 - 6:23 am

Dios los bendiga

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ana alvarellos junio 24, 2020 - 10:56 am

Interrumpir una tradición parece ser algo muy pesado, pero Isabel lo hace, de acuerdo con Zacarías, para cumplir la voluntad del Padre. La voluntad de Dios es siempre más importante que cualquier tradición humana, aunque sea muyarraigada. Las tradiciones no pueden interponerse con la novedad del descubrimiento de la voluntad de Dios Padre sobre nosotros. Ciertas tradiciones sirven para mantener una situación estable y cómoda en la cual la repetición se ha convertido en una ley más fuerte que la voluntad Divina y la humanidad no quiere cambiar nada, a lo mejor por infidelidad o simple pereza.. Renovar las tradiciones mirándolas con el espíritu nuevo, con la nueva comprensión viva de los hechos, hace que todos crezcan, mientras que la simple repetición sin un nuevo espíritu impide la verdadera profundización y actualización de los eventos. «Su nombre es Juan», confirma Zaccarías, sin preocuparse por nada, ni siquiera por los lamentos de los parientes, por ponerse en contra de las tradiciones familiares que con el tiempo terminan por perder el verdadero espíritu con el cual se cumplen los actos. «Su nombre es Juan», reitera Zaccarías frente a todos e independientemente de las quejas por la pérdida de la tradición familiar. Es Dios quien nos pide que reafirmemos en el corazón que lo que digo o hago como mío, es por mi experiencia, es lo que vivo y no la tradición lo que extingue el espíritu en beneficio de la ley: ¡«Aquí se ha hecho siempre así»! ¿Por qué cambiar? Tengo que preguntarme: ¿yo estoy buscando en serio el verdadero espíritu de vivir Cristo hoy en mi vida y de sus palabras de Verdad?

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Graciela junio 24, 2020 - 9:58 pm

BUENAS NOCHES,NO OLVIDEN ENVIAR EVANGELIO DÍA 25-06.GRACIAS.

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