Recemos por aquellos que propagan el culto de la Divina Misericordia
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial
Oh, Dios eterno, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve tu mirada bondadosa y aumenta tu Misericordia, para que, en momentos difíciles, no desespere ni me desaliente, sino que, con gran confianza, me someta a tu santa voluntad, que es el amor y la Misericordia misma. Amén.
Lectura bíblica del séptimo día:
“Tu Misericordia, Señor, llega hasta el cielo, tu fidelidad hasta las nubes” Salmo 36, 6
Santa Faustina escribió en su diario lo que Jesús le dijo: “Hoy, tráeme a las almas que especialmente veneran mi Misericordia y sumérgelas en ella. Estas almas compartieron los sufrimientos de mi Pasión y penetraron en mi Espíritu más profundamente que ninguna otra. Brillarán con esplendor especial en la vida futura. Ninguna de ellas sufrirá el tormento del infierno, porque las defenderé con particular empeño a la hora de la muerte”.
Misericordísimo Jesús, acoge a las almas que de manera especial alaban y honran la grandeza de tu Misericordia. Abrázalas con el poder de Dios para que en medio de las dificultades y aflicciones sigan adelante confiadas y unidas a ti.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de la Divina Misericordia en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
¡Oh, Jesús Misericordioso! Te doy gracias por tus innumerables bendiciones y gracias. Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a Ti.
Oh Dios, gracias por tu gran Misericordia, por no tomar en cuenta mis errores. Mi alma es todo un canto de adoración a tu divina Misericordia. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. +