“El Carmelo enseña a la Iglesia a orar”
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial
Virgen del Carmen, Madre nuestra, llegamos hasta ti, arrepentidos de todas las faltas con que hemos ofendido a tu Hijo y a nuestros hermanos.
Implora para nosotros la misericordia de Dios Padre y la fuerza para perseverar en el bien.
Líbranos de toda tentación y ayúdanos a hacer siempre el bien a quienes nos rodean. Amén
Lectura bíblica del quinto día:
“Estén siempre alegres, oren sin cesar” 1 Tesalonicenses 5, 16-17
El papa Benedicto XVI manifestó: “El Carmelo enseña a la Iglesia a orar”. Esto es lo que siempre ha caracterizado al Carmelo: la oración. Todo lo que significa ser un Carmelita, ya sean frailes, monjas o laicos Carmelitas, está relacionado con la oración, del énfasis que se le pone al momento de realizarla. Eso es lo que atestiguan grandes santos y santas Carmelitas a través de sus propias experiencias de oración. Cuando nos encontremos enfrentando “la noche oscura de nuestro espíritu” o “la noche oscura de nuestra alma”, san Juan de la Cruz nos recomendará seguir orando. Cuando nos encontremos agobiados por el arduo trabajo que conlleva el autoconocimiento, santa Teresa de Ávila nos recomendará seguir orando. Cuando nos encontremos cansados de las actitudes de las personas que nos rodean santa Teresa de Lisieux nos recomendará seguir orando.
“El Carmelo enseña a la Iglesia a orar”, el Carmelo puede enseñarnos a orar una auténtica oración, la oración como centro de la vida y dimensión apostólica. No se puede ser Carmelita ni cristiano sin tener el deseo de amor a Dios y convertirlo en el Amado.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen en esta novena
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la santísima Virgen María y reina del Carmelo, para que, guiados con su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +