«Las palabras de Dios, flechas de amor»
Por la señal de la santa cruz +
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Amén.
Oración inicial
Te rogamos Señor que por interseción de san Agustín nos concedas tener un corazón siempre ardiente en ti, un corazón que no descanse hasta poder hallar su plenitud en tu amor y belleza. Queremos poder amarte cada vez más y nunca dejar de buscarte. No dejes Señor que jamás nos apartemos de ti, te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Lectura bíblica del cuarto día:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24, 35
La mejor herencia de san Agustín a la Iglesia y a sus hermanos en el propósito de la vida fraterna fue su experiencia de trato asiduo con la Sagrada Escritura. La palabra de Dios está siempre en el origen de los cambios y transformaciones de la vida de san Agustín. Él, experimentó el dolor de las flechas de Dios que ardían en su interior pero que le libró de las cadenas de la muerte, de la mezquindad, del egoísmo. Encontró a Dios en la Sagrada Escritura, nos deja como testamento su amor y fidelidad a esta palabra. San Agustín es actual porque nos recuerda que la palabra de Dios es una flecha que hiere el corazón de amor y que habilita corazones enamorados para que le respondan con amor.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de san Agustín en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
Cansados de caminar fuera de ti Señor, ábrenos las puertas de tu casa, perdona nuestros pecados y concédenos tu gracia y tu paz, como san Agustín cada uno de nosotros puede decirte: “¡Cúan tarde te conocí, cuán tarde te amé, sumo Bien y suma Verdad!”. Ahora Señor te conozco y te amo, vivo yo para ti y ayúdame a serte fiel. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén +