«¿Buscas escaleras para subir a Él?, busca el madero de la humildad y ya llegaste»
Por la señal de la Santa Cruz +
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Amén.
Oración inicial
Te rogamos Señor que por interseción de san Agustín nos concedas tener un corazón siempre ardiente en ti, un corazón que no descanse hasta poder hallar su plenitud en tu amor y belleza. Queremos poder amarte cada vez más y nunca dejar de buscarte. No dejes Señor que jamás nos apartemos de ti, te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Lectura bíblica del quinto día:
“Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor” Efesios 4, 2
San Agustín después de que se entregó a Dios, procuró ejercitarse en esta virtud. La humildad los llevó a escribir sus maravillosas “Confesiones” para exponer todos los pecados de su vida. Se humilde dice, porque el primer camino, y el segundo y el tercero y todos los que conducen a Dios, son la humildad. Hace de la humildad un estilo de vida, una forma de ser y de relacionarse consigo mismo, con Dios, con los demás. Nos lleva a valorarnos, a descubrir lo que Dios nos ha concedido, comprender su grandeza y nuestra pequeñez. Esta es la experiencia que se vio obligado a realizar el mismo Agustín para acceder a la conversión del corazón.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de san Agustín en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración Final
Cansados de caminar fuera de ti Señor, ábrenos las puertas de tu casa, perdona nuestros pecados y concédenos tu gracia y tu paz, como san Agustín cada uno de nosotros puede decirte: “¡Cúan tarde te conocí, cuán tarde te amé, sumo Bien y suma Verdad!”. Ahora Señor te conozco y te amo, vivo yo para ti y ayúdame a serte fiel. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén +