“María, es como el arco iris: señal de reconciliación entre Dios y los hombres”
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
libramos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración Inicial
Señor y Dios nuestro, que por tu amor hacia los hombres has querido que san Antonio anunciara al pueblo la riqueza insondable que es Cristo, concédenos por su intercesión crecer en el conocimiento de tu misterio y vivir siempre en el Evangelio, dando fruto abundante de buenas obras, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Lectura bíblica del octavo día:
“He aquí que una Virgen está encinta y va a dar a luz a un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel” – Isaías 7, 14
San Antonio profesaba un gran amor, devoción por la Virgen María. Desde su infancia fue consagrado a la Virgen y a Ella encomendaba su pureza.
El santo destacaba la pureza de la natividad de María. Un verdadero “firmamento de pureza”, un “espectáculo de gloria”, constituye la concepción de aquella que fue preservada de pecado original.
Comparaba el nombre de María con una “torre”, por lo tanto, un refugio, un lugar confortable, un lugar de esperanza, ¿para quién?, para el pecador, para aquellos hijos que el Señor quiere rescatar.
También el nombre de María es comparado por san Antonio con preciosos dones espirituales: perfume de unción, es decir salud y consolación, es alegría, miel y melodía o sea gozo, sentido y plenitud de vida.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de san Antonio en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración Final
Te pedimos, Dios Padre Todopoderoso, por intercesión de tu amigo san Antonio, que derrames sobre nosotros la fuerza del Espíritu Santo, para que, como él, podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio con nuestras obras. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +