“Hijo mío, si te pones al servicio del Señor, prepara tu alma para la tentación”
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
libramos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración Inicial
Señor y Dios nuestro, que por tu amor hacia los hombres has querido que san Antonio anunciara al pueblo la riqueza insondable que es Cristo, concédenos por su intercesión crecer en el conocimiento de tu misterio y vivir siempre en el Evangelio, dando fruto abundante de buenas obras, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Lectura bíblica del séptimo día:
“Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié” Juan 15, 3
San Antonio fue puro de corazón y vivó conscientemente la realidad misteriosa de todo bautizado: ser templo del Espíritu Santo.
Sentía a la pureza como el reflejo transparente de Dios en el alma humana, fruto de la palabra vivida, de todas las palabras de Jesús que lo liberaron de los apegos por su gran fe en las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y por tener a Dios en su corazón.
Al contemplar el lirio blanco en la mano del santo, no solamente nos está diciendo que fue puro en todos los sentidos, sino que amó y vivió la castidad, que le costó sacrificios y luchas, sino también, que embelleció y perfumó a la Iglesia y a la sociedad de su tiempo con una vida de radical santidad.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de san Antonio en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración Final
Te pedimos, Dios Padre Todopoderoso, por intercesión de tu amigo san Antonio, que derrames sobre nosotros la fuerza del Espíritu Santo, para que, como él, podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio con nuestras obras. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +