Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva al cielo a todas las almas,
y socorre especialmente a las más necesitadas de tu infinita misericordia.
Amén
La Jaculatoria Final en cada Decena
Habitualmente, después del ‘Gloria’ sigue una jaculatoria (una oración muy breve para alabar, dar gracias o pedir ayuda), que varía según las costumbres. El Papa Juan Pablo II sugería una bella oración litúrgica, que nos invita a pedir que, meditando los misterios del Rosario, lleguemos a ‘imitar lo que contienen y a conseguir lo que prometen’: “Oh Dios!, tú único Hijo nos ha alcanzado con su muerte y resurrección los bienes de la salvación eterna: concédenos que, venerando estos misterios en el Santo Rosario de la Virgen María, imitemos aquello que contienen y obtengamos aquello que prometen. Por Jesucristo nuestro Señor.”
Es muy frecuente rezar la ‘oración de Fátima’ al finalizar cada decena del Rosario, después del ‘Gloria’.
c.f. Carta Apostólica “Rosarium Virginis Mariae” sobre el Santo Rosario de San Juan Pablo II. 16 octubre del año 2002 – Nº 35