Jesucristo, Señor de mi vida.
Te doy gracias por las cruces recibidas y vividas, gracias, porque de aquello que me quejaba hoy veo que me salvaba.
Te doy gracias por los que en este año me hicieron sonreír, porque me hicieron más aliviada esta vida y me hicieron pasar buenos momentos.
Te doy gracias por los que me hicieron llorar, porque descubrí que en la vida también se cae, pero la clave es levantarse. Gracias por mostrarme a través de ellos que lo que hago en esta vida lo hago con pasión.
Te doy gracias por los que rezan por mi sin saberlo, porque cuando muera sabré cuanto bien me hicieron.
Te doy gracias por la vida, porque veo cuan complicado y hermoso es vivir.
Gracias porque estas conmigo pero no te apartes de mi. Amén.
Padre Luis Zazano