Evangelio según San Mateo 7,6.12-14.
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.
Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.
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1) Cosas sagradas: es importante saber que hay cosas en la vida que son sagradas y a la cual vos tenes que darle el valor de lo sagrado. Es por ello que te invito a que cuides lo sagrado, el rezar bien; el poder asistir a misa de una manera linda y decorosa; cuidar y respetar las cosas que son sagradas. Hasta incluso el de sacarle la tierra a esa imagencita que tenes en tu casa. Cuida las cosas sagradas y hace respetar las cosas sagradas. Una cosa que me conmueve es ver cuando voy a misa al campo cómo la gente mayor hasta se saca el sombrero cuando entra a la iglesia, como signo de respeto, es más, hasta se pone su mejor pilcha para asistir a misa. Capaz que con pequeños gestos podés enseñar y educar a quienes te rodean.
2) Los demás: hoy Jesús nos vuelve a recordar la importancia del hermano. El prójimo es ese próximo a quien debo cuidar y ayudar, es mi próximo punto de acción para llegar al cielo. En el cristianismo el prójimo es el rostro de Dios en la tierra, es mi Cristo en La Tierra.
3) La puerta: es claro que la vida cristiana no es fácil y es exigente. Es desde la humildad y sencillez donde se logra entrar al paraíso. El camino del cristiano es recordar que la grandeza es de Dios y nosotros somos esa cosita pequeña que nos vamos uniendo a Dios. Sino mira el cielo a la noche y contempla las estrellas. Cuando vez esa inmensidad comprendes que sos un puntito en este universo. Pero cuando vez la cruz vez lo grande que sos en Su reino.
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