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Lucas 11,29-32

por Pbro. Luis A. Zazano
Lucas-11,29-32

Evangelio según San Lucas 11,29-32

Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás.
Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.

 

 

La conversión es un trabajo diario.

1) Generación mala: Y Si, es verdad, somos complicados… le buscamos la quinta pata al gato, somos vuelteros y hasta le queremos engañar a Dios. Somos tan utilitaristas que ya no nos alcanza con usar a nuestras parejas o a nuestros amigos, Ya hasta lo usamos a Dios, queremos que haga lo que nosotros queremos. La maldad ya escapa a lo débil porque el débil cae sin premeditar, el malvado medita lo que va a hacer.

2) Signo: Siempre hay signos en nuestras vidas que nos van advirtiendo las situaciones y nos van perfilando para una toma de decisión. Antes que decidas algo fíjate cuáles son los signos que aparecen. No tomes decisiones arrebatado porque pierdes, y aquí el tiempo es tuyo y tampoco pienses lo que los otros pueden pensar. No te dejes presionar ni por ninguna persona ni por ninguna situación sino mas bien decidí desde los signos que aparecen en tus narices y lamentablemente tenes que ver para decidir desde la lógica y no desde el capricho o desde la obsesión.

3) Conversión: Es cambiar y buscar cambiar día a dia. Siempre tendremos ese pecado que nos tira abajo y nos saca lo más feo que tenemos. Si, somos pecadores, vos y yo, Lo somos… No nos hagamos los limpitos, estamos sucios y asumamos nuestras culpas, para comenzar una conversión hay que pedir perdón. ¿Te animas a iniciar? Entonces anda y mírate al espejo, mírate a los ojos y pensá en todo lo vivido, y pedíte perdón. Comenza a cambiar pidiéndote perdón a vos mismo.

 

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