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Lucas 19,45-48

por Pbro. Luis A. Zazano
Lucas-19,45-48

Evangelio según San Lucas 19,45-48.

Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores,
diciéndoles: «Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones».
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo.
Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.

 

 

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1) Los vendedores: Son aquellos que están en la casa de Dios, pero no están dentro. Están afuera negociando. Aprovechándose de la fe de la gente para sus negocios. Por favor, no negocies con el nombre de Dios y no te dejes negociar por nadie. Asumí que quien va a Dios, no entra con billetera en mano.

2) Casa de oración: Es aquí el centro de nuestra vida. La casa de Dios es casa de oración. No es bueno ir a la casa de Dios sólo para acciones pastorales o juntada de amigos. La casa de Dios es para orar y hablar a solas con Dios, que lindo es adorar a Dios y tomar ese momento para estar con él en su casa.

3) Enseñaba: Jesús enseña. No podemos ser personas que hablen así nomás de Dios, sino más bien debemos aprender de él y dejarnos enseñar por él. Dios nos enseña con ese momento de contemplación y también en la lectura. Hoy podrías comenzar a leer, por ejemplo, la vida de un santo. ¿Te animas?

 

 

 

 
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