Mateo 16,24-28

Del Evangelio según Mateo 16,24-28

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
«Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Yo os aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino.»

El seguimiento.

1) Detrás de mí: Es saber que el referente de tu vida es Jesús, es el modelo a seguir. Si vas detrás es porque él abrió el camino. Implica que pasarás momentos como él. En esta vida estas llamado a anunciar la verdad y a vivir en la verdad, es saber que serás testigos de milagros. Pero si vas detrás es también que a vos te va a salpicar los momentos de cruz y traición. Si vas detrás, es porque también vas a vivir.

2) Salvar y perder: Es esto de lo que venimos hablando. Hay que perder para salvar, no podés tener todo en la vida. La vida está marcada de renuncias y eso exige perder. Es perder para salvarte vos. Me viene a la cabeza las personas que pierden ir a un viaje o a una fiesta para salvar la familia o la paz interior. ¿Vos estás dispuesto a perder para salvar? ¿O la querés a todas?

3) Las obras: «Muestrame como vives y te diré como piensas». Es esa frase que me resuena hace tiempo. Hoy tus obras son aquello de cual te identifica. Estamos saturados de ruidos y de palabras, ya es necesario que veamos obras concluidas (y no me refiero a los políticos) me refiero a vos. Hoy ya no hables tanto, más bien actúa y obra en el silencio. Pues las palabras se las lleva el viento.