Marcos 2,18-22

Evangelio según San Marcos 2,18-22.

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?».
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.
Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!».

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Sólo con él, sólo.

1) Depredador: Nos puede pasar a nosotros ser depredadores como lo eran los discípulos de Juan y los fariseos. Si, te explico, es ser «depre- dadores» transmisores de depresión, podemos ser cristianos depredadores que en vez de animar y alentar a aquellos que nos rodean, siempre los tiramos abajo o le lanzamos negativas a todo lo que hacen o a todo lo que viven. Nosotros que recibimos a Jesús en la palabra y en la eucaristía, debemos llevar esperanza y viva, no podemos andar siempre depre y transmitir depresión a los demás. Eso nos llevará a ser tóxicos. Estos querían tirar abajo ese entusiasmo que llevaban los apóstoles por tener a Jesús, nosotros podemos tirar abajo ese entusiasmo de tanta gente que se encuentra con Jesús en sus vidas y quieren ayudar al prójimo. Por favor, no llenemos de depredadores a la Iglesia.

2) Vestido: En tu vida deberás saber que hay cosas que uno debe ir cultivando, pues la misma vida es dinámica, esto exige el ir mirando la realidad que nos toca y el saber llevar el mensaje de Jesús a nuestro tiempo. Cuántas maneras nuevas que hoy tenemos para llegar a Jesús, hasta en el canal de Youtube tenemos oraciones, rosarios, hasta podemos ver mensajes del Papa, etc. Hoy debemos ser inteligentes para llevar el mensaje de la buena noticia de manera sútil, pero penetrante. Y vuelvo a repetirte «sútil y penetrante» pues hay veces que queremos imponer y a la fuerza. Aprendamos de los primeros cristianos.

3) Sólo: Es aquí donde te vuelvo a recordar que en tu vida llegará ese momento en que estarás sólo, a solas con Dios. Es en ese encuentro en donde habrá un antes y un después en tu vida. Algunos lo encuentran en su niñez o juventud, otros en su madurez y otros a momentos de su muerte. Pero ese encuentro es el que te recuerda que sólo se puede seguir adelante con la fuerza que da él y esto permite a que descubras que en esa soledad con Dios uno se enriquece ¿Buscas momentos para estar a solas con Dios?

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