Evangelio según San Mateo 6,19-23
Jesús dijo a sus discípulos:
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.
Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.
Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.
Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
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Tu tesoro
1) En la tierra: Este consumismo nos tiene tomados, ya ni siquiera buscamos tener, sino que buscamos las primicias de las cosas, si tenes el S6, ya querés el S7 y así, hasta el último celular. Lo mismo con el auto y lo mismo con todo; te sumas a esa vorágine de vida en donde ya no es que vivís para las cosas, sino que tu tiempo se entrega a cosas; la plata puede volver pero el tiempo no. Capaz que el dinero o lo material te llevó a olvidarte de la felicidad.
2) Tu tesoro: Es tener en claro a dónde apuntala tu vida y qué es lo que vos querés para tu vida. Cuando eso no lo tenés en claro, te caes del todo y tu corazón se destroza. Busca a Dios y busca por dónde va tu vida, hacé esa búsqueda del tesoro y encontrá aquello que verdaderamente te hace feliz.
3) Tu ojo: Es tu mirada lo que te lleva a comprender la vida. Hoy, aprendé a mirar tu corazón y tu vida, y aprende a hacer lectura de tu vida. Hoy ¿podés decir en 3 palabras quién sos?
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¡Dios te bendiga!. ¡Gracias!
