Evangelio según San Lucas 6,20-26.
Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices
ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los
proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense
y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será
grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a
los profetas! (Zolpidem)
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay
de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay
de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las
lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!»
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Características del anawin (el pobre).
1) Su riqueza es Dios: El evangelio nos habla en este sentido de pobreza, es la traducción de “anawin” que significa «pobre de espíritu». No estamos hablando aquí de pobre en tinte de billetera; porque puede haber pobres de billetes, pero con una soberbia que mamita querida… aquí estamos hablando de aquellos que tienen su confianza en Dios y su riqueza en Dios, porque saben que es Dios el único que calmará su vida.
2) Su pobreza: La segunda característica es que tiene una claridad en sus límites, sabe que no puede. Está bueno que pienses en tus límites y debilidades, que sepas reconocer y aceptar que no sos el omnipotente, que necesitas de Dios y del otro. Si caes en una actitud de no reconocer que necesitas ayuda, te llenarás de un vacío y de frustraciones que nadie podrá ayudarte. Es como en las adicciones «cuando caes del todo y pedís sincera ayuda» cambia todo.
3) La paz: Es a esto que apuntala tu vida, a una total paz. Busca esa paz que te da el saberte necesitado de Dios y confiar en él; sabiendo que Dios nunca te va a dejar solo y él es tu única riqueza. No tengas miedo de buscar a Dios y de caminar con Dios, te aseguro que tu vida con él no se devalúa. No tengas miedo y no dejes de buscar a Dios.
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