Hacia finales del siglo XVII, se populariza la composición de cantatas y oratorios religiosos en torno al tema de la Natividad: grandes obras musicales con coros, solistas y una orquesta que los acompañaba, para ser interpretadas durante los servicios religiosos de los domingos de adviento, misa de gallo y demás.
Dichas cantatas y oratorios solían tener varias partes o movimientos, que podrían incluir: una gran apertura coral e instrumental, arias para solistas, recitativos narrando los distintos episodios, corales, e interludios instrumentales. Entre estos últimos, se fue imponiendo la práctica de incluir una pieza puramente instrumental (sin coro ni solista) para ambientar el momento de la vigilia de los pastores. El concepto era que los pastores velarían el sueño del niño en silencio (para que no despierte) y por ello la pieza sería puramente instrumental y en un ritmo calmo y arrullador. A estas piezas se dió en llamarlas: “sinfonía pastoral” y gradualmente se fueron independizando de la cantata u oratorio, para ser interpretadas por separado, a modo de concierto (fuera del ámbito de una misa o la iglesia).
De ese modo, durante el siglo XVIII se popularizo la creación e interpretación de “Sinfonías Pastorales” ó “Sinfonías de Noel” antes de las misas de adviento, e incluso en las residencias privadas, para ambientar reuniones familiares con motivo de las fiestas de temporada.
Muchos autores que hoy ya no figuran entre los “grandes de la época”, pero que en su tiempo fueron apreciados y aportaron un valiosísimo elemento al ambiente navideño de su tiempo, crearon un repertorio encantador que merece ser escuchado y recordado.
Al desearles paz y armonía durante las fiestas de Navidad y Fin de año, quiero invitarlos a dejar a un lado por un momento, el conocidísimo repertorio de Jingle Bells, Frosty the Snowman, Sleigh ride y tantas otras canciones con las que cada año nos bombardean en supermercados y centros comerciales, para retraerse y deleitarse con estas joyas del repertorio barroco y transportarse con ellas a un mundo de encanto musical.
Les recomiendo, por ejemplo:
– Symphonies des Nöels, de Michel Richard de Lalande (1657-17269
– Concerto a Quatro in forma di Pastorale per il Santísimo Natale, de Giuseppe Torelli (1658-1709)
– Concerto Pastorale in F Major, de Johann Christoph Pez (1664-1717)
¡Feliz Navidad y un venturoso año 2020!
