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Capilla de los huesos – Évora – Portugal

por Horacio Espinosa

“Nós ossos que aquí estamos pelos vossos esperamos”
“Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos

Tres monjes franciscanos que pertenecían al Monasterio de San Francisco en la ciudad de Évora, ante la necesidad de “vaciar” algún cementerio antiguo y con el fin de llevar a sus hermanos a la contemplación, además de trasmitir sobre el carácter efímero y transitorio de la vida, ornamentan una capilla con huesos humanos de más de 5000 personas.
Así, deciden dedicar la nueva capilla al Senhor dos Passos (los Pasos del Señor camino al Calvario), aunque actualmente se la conoce como Senhor da Casa dos Ossos (Señor de la Casa de los huesos)

Cabe aclarar que el miedo a los muertos, los fantasmas y zombis es algo que no preocupaba al hombre de la Edad Media. La muerte es algo natural de la vida y el cuerpo sin vida de los muertos era, en época medieval, poco menos que un estorbo. Las personas fallecidas eran enterradas cerca de la iglesia, buscando estar lo más próximas posibles al lugar sagrado. Si eran personas poderosas y con dinero, podrían incluso enterrarse dentro de la iglesia, en sepulturas individuales; pero si eran pobres, en el mejor de los casos, se les enterraría en algún campo de la iglesia. Pasados los años, cuando hacía falta más sitio, desenterrarían los muertos más antiguos y arrojarían los huesos a algún osario común.

Historia


El Convento de San Francisco fue el primer convento de esta orden construido en Portugal. La edificación actual fue concluida durante el reinado de D. Manuel. Por ello el estilo del edificio principal, del cual no nos ocuparemos hoy, es “manuelino”, siendo uno de los mejores ejemplos del estilo en la región. El convento también cuenta con una de las mayores iglesias del país, ricamente decorada por los mayores artistas de la época.
La exhumación de los huesos de los cementerios de Évora esto en línea con las creencias de la época y siguió la ideología marcada por la Contrarreforma, que dictaba que los cuerpos que estaban dentro o cerca del templo estarían más cerca de Dios.

Esta capilla fue construida a finales del siglo XVI, como comenté antes, a partir de una idea de los frailes franciscanos que vivían en este monasterio. Su idea principal era la de reflexionar sobre la condición frágil de la existencia humana y meditar sobre la vida eterna.

Hay dos cuerpos completos que llaman la atención de los visitantes. Existe una leyenda que cuenta que eran padre e hijo, y que el hijo maltrataba a la madre, acción de la cual el padre era cómplice al no oponerse. Al morir la madre echó sobre ellos la siguiente maldición: ¡Que la tierra de vuestras sepulturas no os destruya!

Descripción


La Capilla de los Huesos de Évora es un monumento de arquitectura y penitencial. Está dedicada al Señor de los Pasos, imagen que representa de forma impresionante y vívida el sufrimiento de Cristo en su camino hasta el Calvario con la Cruz en sus espaldas.

La entrada principal recibe a los visitantes con una inscripción en portugués que anuncia:
“Nosotros, los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos”

Caminar dentro de la capilla puede ser un poco escalofriante, pero no debemos olvidar que es la casa de Dios y que los ornamentos son solo eso.

La Capilla de los Huesos es relativamente pequeña. Posee a pesar de esto tres naves de cerca de18,70m de longitud y 11m de ancho, habiendo sido construida en el lugar donde anteriormente había un dormitorio y sala de reflexión de los frailes.

La luz ingresa a través de tres pequeñas grietas situadas en el lado izquierdo de la misma, siendo per se un lugar bastante oscuro.

Las paredes de la Capilla de los Huesos y los ocho pilares que la constituyen están recubiertos con huesos y cráneos humanos, cuidadosamente colocados, unidos por cemento.
Las bóvedas son de ladrillo revocado en blanco y pintadas con motivos que simbolizan o aluden a la muerte. Además de las osamentas, está también decorada con estatuas de cariz religioso y una pintura de estilo renacentista y barroco.
Las arcadas están ornamentadas con filas de calaveras y el techo está hecho de ladrillo blanco decorado con diferentes motivos.

La visita


Llegamos a Évora casi con el fin de conocer esta Capilla, pero debo reconocer que la ciudad me asombró por varios motivos.
Realmente sabía de la existencia de este lugar, pero no mucho más allá de eso, por lo que caminamos por la ciudad hasta encontrar el Monasterio, que de por sí es muy grande y causó en mí la idea de cómo puede ser tan grande el templo de huesos.
Más adelante lo entendí al conocer la historia.

Ingresamos por una galería inmensa que nos lleva al ingreso al templo principal del Monasterio, que si bien está exquisitamente decorado, no es del que hablaremos en esta bitácora.
Tras recorrer el templo nos dirigimos a la capilla de los Huesos. Con ese nombre la conocíamos hasta este momento.

Una vez dentro comenzamos a leer la historia y comprendimos que no solo los huesos eran una ornamente extraña, sino que tenían mucho significado, que si uno los lee con ojos de fe comprende mucho más.
Los monjes trataron de mostrar lo efímero de la vida terrena. Es decir, al desenterrar los huesos mostraban que las personas no estaban más allí, sino que estaban en una vida mejor, en una vida eterna de la que la Palabra de Dios nos habla cotidianamente. Comprendí, aunque con extrañeza, que esto era una forma de catequesis

El altar del Señor de los Pasos al Calvario es la imagen ideal para esta capilla, ya que muestra los últimos momentos de Nuestro Señor Jesucristo en la vida terrena, de alguna forma como lo hacen los huesos de las paredes.
En un costado hay, como no podía ser de otra forma en Portugal, una imagen de Ntra. Sra. de Fátima junto a los pastorcitos.
Allí nos quedamos, junto a Mamá María reflexionando sobre lo que aquellos monjes medievales querían hacernos pensar, sobre nuestro peregrinar en esta tierra y sobre cómo llegar a los pies de nuestra amada Madre junto a su Hijo.

Tips de Viajero:


• Dirección: Praca 1º de Maio de Évora, Portugal.
• Horario
o Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, el horario es de 9:00 a 18:30.
o El resto del año el horario es de 9:30 a 12:30 y de 14:30 a 17:00.
• La entrada cuesta 2€ para el público general.

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