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Miércoles de ceniza: las cenizas, ¿por qué y para qué?

por Editor mdc
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¿Qué es el miércoles de Ceniza? ¿Cuándo empezó la práctica de la imposición de la ceniza? ¿De dónde proviene la ceniza? ¿Qué simboliza la ceniza? El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que los cristianos manifiestan el deseo personal de conversión a Dios.

La imposición de la ceniza es una invitación a recorrer el tiempo de Cuaresma como una inmersión más consciente y más intensa en el misterio pascual de Jesús, en su muerte y resurrección, mediante la participación en la Eucaristía y en la vida de caridad. El origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica. Empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X. La liturgia actual, conserva los elementos tradicionales: imposición de la ceniza y ayuno riguroso.

La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; aunque en circunstancias especiales, se puede hacer dentro de una celebración de la Palabra. Las fórmulas de imposición de la ceniza se inspiran en la Escritura: Gn, 3, 19 y Mc 1, 15. La ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII. La fórmula de bendición hace relación a la condición pecadora de quienes la recibirán. Simboliza la condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte; su situación pecadora; la oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda; la Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.

Así pues, con el miércoles de ceniza se inicia la Cuaresma. Un tiempo litúrgico que desemboca en la Semana Santa y la fiesta más importante del cristianismo: la Pascua. Como todos los años, el miércoles podremos recibir la ceniza en nuestra frente, pero este sacramental no suele comprenderse con facilidad.

San Agustín nos habla de cómo es posible recibir el Espíritu Santo y que proporcionalidad hay en esta recepción: Ciertos estamos que todo hombre recibe el Espíritu Santo, y recibirá tanto más cuanto mayor sea el vaso de la fe que lleve a la fuente. (San Agustín, Tratado sobre el Evangelio de San Juan 32,7)

Quien se acerca a recibir la ceniza y sabe su significado y simbolismo, podrá acceder a la Gracia de Dios con más facilidad que quien va sólo por costumbre.

La ceniza simboliza la fragilidad humana que proviene del pecado. En la Biblia se pueden encontrar varios pasajes que evidencian esta identificación. El pecador es ceniza en los libros de la Sabiduría y Ezequiel (Sab 15,10; Ez 28,18). El pecado evidencia su pesar sentándose sobre ceniza (Job 42,6; Jon 3,6; Mt 11,21) o cubriéndose la cabeza con ella (Jdt 4,11-15; 9,1; Ez 27,30).

¿Por qué recibimos la ceniza en nuestra frente? Para simbolizar que somos conscientes de esa fragilidad y para predisponernos a la penitencia cuaresmal. Penitencia que busca acercarnos al misterio de la encarnación, pasión, muerte y resurrección de Cristo. Se trata de limpiar el cristal del alma del pecado, para poder ver a Dios y comprender lo que vamos a celebrar durante la Semana Santa y Pascua.

Antes se utilizaba la frase “Polvo eres y en polvo te convertirás” durante la imposición de la ceniza. Se buscaba evidenciar la fragilidad del ser humano y la necesidad de hacer penitencia para buscar la conversión. Ahora se utiliza otra frase: “Conviértete y cree en el Evangelio”, que resalta la necesidad de abrir el corazón a la Gracia de Dios. Entiéndase la fe como conocimiento del significado de lo que celebramos y confianza en el Señor. A mayor fe, la iluminación será mayor, ya que sin fe es imposible aceptar que la Gracia de Dios limpie nuestro corazón. Junto con la fe, es necesario poner esperanza y caridad. Esperanza en la acción de Dios sobre nosotros. Quien no espera nada, termina por cerrarse sobre sí mismo y soportar la vida. Sin caridad, seríamos recipientes cerrados a la acción del Espíritu. Si algo recibimos, no es para quedarnos con ello y atesorarlo, sino para compartirlo con los demás.

A pocos días del inicio de la Cuaresma, que sirve de preparación para la Pascua y que comienza este miércoles 14 de febrero, recordamos algunas cosas esenciales que todo católico debe saber para poder vivir intensamente este tiempo litúrgico.

1. Es el primer día de la Cuaresma

Con el Miércoles de Ceniza inician los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.

El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. En este se explica que en la Misa, se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza hecha de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.

2. La imposición de las cenizas surge en los primeros siglos del cristianismo

La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.

La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, la Iglesia en Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.

3. La ceniza recuerda la necesidad de la misericordia de Dios

La ceniza es un símbolo. Su función está descrita en un importante documento de la Iglesia, más precisamente en el artículo 125 del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia:

“El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual”.

4. Las cenizas tienen varios significados

La palabra ceniza, que proviene del latín «cinis», representa el producto de la combustión de algo por el fuego. Esta adoptó tempranamente un sentido simbólico de muerte, caducidad, pero también de humildad y penitencia.

La ceniza, como signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin: «Dios formó al hombre con polvo de la tierra» (Gn 2,7); «hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho» (Gn 3,19).

5. Las cenizas se producen de las palmas del Domingo de Ramos

Para la ceremonia se deben quemar los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso.

6. Las cenizas se imponen en la frente al término de la homilía

Este acto tiene lugar en la Misa al término de la homilía y está permitido que los laicos ayuden al sacerdote. Las cenizas son impuestas en la frente, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».

Luego, quien recibe las cenizas debe retirarse en silencio meditando la frase o invitación que la acaban de hacer.

7. Las cenizas también pueden imponerse sin Misa

Cuando no hay sacerdote la imposición de cenizas puede realizarse sin Misa, de forma extraordinaria. Sin embargo, es recomendable que al acto se preceda con una liturgia de la palabra.

Es importante recordar que la bendición de las cenizas, como todo sacramental, solo puede realizarla un sacerdote o diácono.

8. Las cenizas pueden ser recibidas por no católicos

Puede recibir este sacramental cualquier persona, inclusive no católica. Como especifica el Catecismo (1670 y siguientes) los sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo como sí lo hacen los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia estos «preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella».

9. No es obligatorio recibir las cenizas

El Miércoles de Ceniza no es día de precepto y por lo tanto la imposición de ceniza no es obligatoria. No obstante, ese día concurre una gran cantidad de personas a la Santa Misa, algo que siempre es recomendable.

10. No existe tiempo exacto para llevar las cenizas en la frente

Cuanto uno desee. No existe un tiempo determinado.

11. En el Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y la abstinencia

En el Miércoles de Ceniza es obligatorio el ayuno y la abstinencia, como en el Viernes Santo, para los mayores de 18 años y menores de 60. Fuera de esos límites es opcional. Ese día los fieles pueden tener una comida “fuerte” una sola vez al día.

La abstinencia de comer carne es obligatoria desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también son de abstinencia obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de mortificación u ofrecimiento como el rezo del rosario.

Fuentes: ALETEIA; ACI PRENSA


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