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Meditación del día 1 de mayo

por Pbro. Luis A. Zazano
Juan 15,1-8

Evangelio según san Juan 15,1-8

Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»

San José Obrero

1) Fruto: En esta vida san José Obrero nos enseña que el vivir implica dar fruto y cortar con cosas que amenazan los frutos de tu vida. Siempre me quedo pensando en la decisión tomada de san José de irse con su familia a otro lugar ante la amenaza de que maten a su hijo. Por eso cuando esté amenazada tu integridad física, psíquica o espiritual toma distancia. Aléjate de lo que puede amenazar tu vida y los frutos de tu vida. A san José ni siquiera lo detuvo su tierra paterna y tampoco su trabajo. Ante la amenaza de perder a su hijo se va, aunque tenga que comenzar de cero. Por lo tanto, si está en riesgo tu vida, tu situación, los frutos de tu vida, anda, aunque tengas que comenzar de cero.

2) Permanezcan en mi: Me encanta pensar en la relación de san José con Jesús. Una relación de diálogo, de cercanía, de trabajo y de familiaridad. Hoy trata de vivir una relación con Dios, háblale, incluso en tu trabajo y en tu cotidianidad. Las relaciones se dan en el diálogo y la cercanía. El relacionarse lleva a conocerse y el conocerse lleva a amarse y amarse lleva a darse, a donarse. Por lo tanto, si no te relacionas con Dios es difícil que haya un amor a Dios.

3) Fruto abundante: Hoy pensá en los frutos que está dando tu vida, pensá en lo que estás haciendo por el otro. Hoy quiero pedir por mi comunidad parroquial, que celebramos a nuestro santo patrono. También quiero pedir por los que no tienen trabajo y por los que no llegan a fin de mes. Hacemos juntos esta oración:

Glorioso patriarca San José.
Padre de Jesús y padre nuestro,
Que nunca nos falte el pan y el trabajo que nos dan el sustento.
San José, que en este caminar pueda entregarte mis preocupaciones y todo aquello que me quita la paz
Ayúdame a vivir santamente
Y contemplar a Dios en toda mi realidad
Y cuando termine mi vida en este caminar, llévame a los brazos de Jesús y María,
Como lo viviste en los últimos días en esta tierra
Y a Dios siempre lo pueda glorificar. Amén.

Algo bueno está por venir.


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