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«Sólo reflejamos lo que Jesús nos pide: priorizar el AMOR»

por Carlos L. Rodriguez Zía
Misioneros de Piran

Una pandemia puede provocar diferentes reacciones. Un grupo de personas de un pueblo de la provincia de Buenos Aires (Argentina) reaccionó ante ella con un gesto de amor: armar un grupo de trabajo que se encarga de llamar a las personas mayores que están solas atravesando esta cuarentena de alcance mundial . Conversamos con sus dos responsables.

Cuando el 19 de marzo, el presidente de la Argentina le anunció a todo el país que para cuidar a los habitantes del territorio argentino, éstos debían permanecer aislados en sus casas, Valerio y Cecilia, que llevan veinte años compartiendo la vida, no se pusieron a quejarse a los cuatro vientos sino pensaron en aquellas personas que, quizás, llevan bastante tiempo viviendo un distanciamiento social que ninguna autoridad gubernamental le impuso. Es así que se pusieron manos a la obra, convocaron a otras personas y armaron un equipo solidario de contención y cercanía humana vía telefónica al que bautizaron Misioneros Digitales de Pirán. Por lo cual son para esta página como primos hermanos. Dicen por ahí que el Padre Luis Zazano tuvo algo que ver con este proyecto que desde General Pirán, provincia de Buenos Aires (Argentina) nos enseña muchas cosas.

-¿Qué los motivó a emprender este proyecto?

-Lo que nos motivo fue la pandemia. Vimos que esta situación no iba a durar poco tiempo, sino que por el contrario se iba a extender por varios meses. Entonces decidimos “salir» con estos llamados para acompañar de alguna manera a las personas mayores que estuvieran solas en nuestra localidad.

-Aunque la respuesta pueda resultar obvia, ¿Por qué apuntaron a trabajar con las personas mayores?

-Apuntamos o consideramos que es una franja etaria vulnerable  y muchas veces olvidada hasta por sus propios familiares. Aunque como hijos, a nosotros, que hoy estamos en esta misión, también nos pasa o muchas veces descontamos o suponemos que están bien. Por fuera vemos que están bien, pero a veces en lo interior están necesitando un abrazo, o que alguien les pregunte cómo están.  

.-¿Es distinta la realidad de un adulto que vive en un pueblo donde se supone que cuentan con la ventaja social de que se conocen todos?

-Muchas veces sí, porque al vivir en un pueblo pequeño nos conocemos todos y sabemos las historias que se pueden contar y las que no de cada uno. Eso nos crea prejuicios y rótulos que modifican nuestras perspectivas. Ese es un problema, pero tratamos de que no interfiera, pudiendo tomar una distancia óptima para resolverlo. 

– ¿Cómo se han organizado y preparado para realizar esta tarea?

-Vivir en General Piran (provincia de Buenos Aires) una localidad de 3000 habitantes, nos favorece al conocernos todos. Es así que pudimos desarrollar una cuadrícula del pueblo y virtualmente viajar por cada calle del pueblo tratando de agendarnos los nombres de aquellas personas que vivían solas o matrimonios o parejas que están solos. Luego a los feligreses de nuestra comunidad parroquial les transmitimos la idea. Estos juntos a nosotros se transformaron en operadores telefónicos. En una primera etapa creamos un grupo de WhatAssp donde debatimos y plasmamos ideas, de cómo y a quién llamaríamos; cómo romperíamos el hielo en la conversación. Empezamos con llamados a personas conocidas para poder sentirnos más cómodos y poder llevar una conversación empática. Luego y sabiendo de que la cuarentena se iba a extender y traería como resultado la angustia y malestar por el encierro, nos comunicamos con el secretario de salud a través del director de la unidad sanitaria del hogar de ancianos para trabajar en conjunto con el equipo de salud de la municipalidad. También convocamos a un grupo de psicólogos sociales de otras localidades para que cuando esa situación de angustia llegue, darle el paso a que ellos puedan intervenir trabajando interdisciplinariamente con la secretaría de salud municipal.  Para ello cada operador lleva un registro de la charla que va teniendo con cada receptor del llamado telefónico, teniendo como única herramienta la escucha activa. También es parte de la charla y como un ingrediente más el pedido a esta persona a quien llamamos por teléfono, el que nos dé una receta de cocina del cual ella se siente orgullosa de cocinarla. El proyecto que tenemos en mente es reunirlas en un libro o revista que publicaremos terminada esta pandemia, como coronario de nuestro misión. En el final de la charla se invita a que concluyamos juntos rezando u orando. Aunque nos ha tocado realizar llamados a hermanos evangelistas y un par de casos de agnósticos y ateos. Allí, también hemos podido escuchar, orar y rezar todo en un marco de cordialidad y respeto. 

INTEGRANTES DE MISIONEROS DIGITALES DE PIRÁN.

– Aunque el proyecto haya arrancado hace poco tiempo, ¿qué balance pueden hacer y qué planes tienen a futuro para este proyecto?

-En realidad es algo muy reciente. La recepción de cada intervención a nuestro criterio ha sido muy exitosa, pues notamos una buena predisposición en las recepciones de los llamados y que las personas esperan con ansia el próximo. En cuanto al futuro, veremos qué nos depara.

-¿Hasta ahora, qué han aprendido ustedes como personas y como creyentes?

-Hemos notado que ante la adversidad resurge la creatividad, con pequeños actos como un simple llamado telefónico,que en estos días donde es necesario mantener distancia y aislamiento, revierte la escala de valores de cada uno de nosotros, a saber: donde un abrazo cotiza en bolsa y por una palabra de aliento seriamos capaz de crear un mercado paralelo pagando lo que sea. Para poder transitar este tramo de nuestra vida, debemos saber que existe un otro por el cual debemos ocuparnos no solo por ÉL sino también por nosotros MISMOS, aunque suene egoísta. Como cristiano solo reflejamos lo que Jesús nos pide: priorizar el AMOR, y este es un signo de amor puro

-¿Cómo sociedad en que debemos cambiar, qué tenemos que hacer para que los abuelos tengan el lugar que les corresponde y no terminen siendo material descartable como dice el Papa Francisco?

-Creo que es necesario reivindicar su sabiduría, sobre todo valorando su experiencia y haciéndolos sentir útiles e imprescindibles para las generaciones posteriores. Deberíamos crear un cuerpo consultivo como en las sociedades antiguas, donde el lugar del anciano era el escalón más alto del pedestal al cual uno podía llegar. Hoy las grandes empresas del mundo se dieron cuenta que los CEOS jóvenes hacen agua ante determinadas situaciones de la vida, donde la tecnología no tiene cabida sino la experiencia de haber vivido varios años.

-Si alguna persona quiere colaborar,¿cómo puede ponerse en contacto con ustedes?

-Lo puede hacer llamando a los teléfonos +54i 2235406747 y +54 2235406745. O través del Facebook de la parroquia, Parroquia Inmaculada Concepcion Gral. Piran.

– Por último, les pido me aclaren una duda: ¿a partir de qué edad se dice adulto mayor y abuelo?

-La actitud es lo que te marca y define. Hay personas jóvenes opacadas que podríamos rotular como “viejos” y adolescentes con pensamientos y conclusiones que merecerían estar en aquel cuerpo consultivo del que hablábamos anteriormente. En cuanto a lo que llamamos adulto mayor por lo general se referencia a aquellas personas que están transitando la edad jubilatoria, es decir sobre los 65 años aproximadamente, pero vuelvo a insistir: la ACTITUD y APTITUD es lo que marca y te define.

INTEGRANTES DE MISIONEROS DIGITALES DE PIRÁN.

INTEGRANTES DE MISIONEROS DIGITALES DE PIRÁN:

Operadores telefónicos: Alejandra Difiori, Lucia Elissalt, Lucia Marina Etcheverry, Norma Tiberio, Rubén Chobadindegui, Silvina Dubini, Teresa Mestralet de Cocha, Cecilia Luciano y Valerio Lichardi. Todos miembros de la Comunidad Católica de la parroquia Inmaculada Concepción de General Pirán.

Contención Espiritual: los curas que nos secundan en esta misión son el Padre Alejo Contini, actual párroco de la parroquia Inmaculada Concepción de General Pirán; y el Padre Hernán Gómez Syes, ex vicario de la Parroquia Inmaculada Concepción de General Pirán y actual párroco de la parroquia Nuestra Sra.de Fátima de San Manuel, provinca de  Buenos Aires.

Contención Psicológica: el equipo está conformado por varios profesionales. Son parte del equipo de psicólogos Sociales Claudia Juno, Gabriela Bertora y María Rosa Hernández. Las tres fueron seleccionadas por no ser residentes de la localidad de General Pirán, valor agregado  que les permite poder mantener la distancia óptima para realizar la intervención psicológica-social, trabajando en simultáneo con el psicólogo Marcelo Daniel Cingolani, perteneciente a la Pastoral de la Droga-dependencia de la Diócesis de Mar del Plata y la Secretaria de Salud del Partido de Mar Chiquita, representada en localidad por el Dr. Manuel Arevalo director de la Unidad Sanitaria y Hogar de Ancianos, Emilia Mourtier de Pirán. Este equipo será convocado de acuerdo a cómo se desarrollen los llamados y la demanda que tengamos. asta el momento, gracias a Dios, no hemos tenido la necesidad de dar paso a su intervención.

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