Roguemos por los herejes y cismáticos
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial
Oh, Dios eterno, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve tu mirada bondadosa y aumenta tu Misericordia, para que, en momentos difíciles, no desespere ni me desaliente, sino que, con gran confianza, me someta a tu santa voluntad, que es el amor y la Misericordia misma. Amén.
Lectura bíblica del quinto día:
“Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor” Salmo 27, 14
Jesús le suplica a santa Faustina: “Hoy, tráeme a las almas de los hermanos que se han separado de mi Iglesia y sumérgelas en el mar de mi Misericordia. Durante mi amarga Pasión, desgarraron mi cuerpo y mi corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi Pasión”.
Amadísimo Señor, acoge a las almas que se han separado de tu Iglesia, llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y, has que ellas también glorifiquen la generosidad de tu Misericordia.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de la Divina Misericordia en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
¡Oh, Jesús Misericordioso! Te doy gracias por tus innumerables bendiciones y gracias. Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a Ti.
Oh Dios, gracias por tu gran Misericordia, por no tomar en cuenta mis errores. Mi alma es todo un canto de adoración a tu divina Misericordia. Amén
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. +