Camino a Tierra Santa
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial:
San Ignacio de Loyola, tú que nos dejaste un método de discernimiento espiritual, intercede por nosotros, para que podamos resolver bien en las decisiones difíciles, siempre según la voluntad del Padre.
Que sigamos tu ejemplo de compañero de Jesús, amándonos unos a otros. Y mostremos así al mundo que la Iglesia es su casa, donde todos pueden encontrar cobijo para el espíritu, y descubrir lo que es la verdad y la felicidad que solo Dios es capaz de dar. Amén.
Lectura bíblica del sexto día:
“Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén” Salmo 122, 2
Luego de superar muchas dificultades, san Ignacio pudo llegar a Jerusalén, donde solo le permitieron permanecer pocos días, pero no fue impedimento para poner manos a la obra lo que tanto deseaba: estar y vivir en Jerusalén para visitar los lugares santos. Dejando grabado en su imaginación los más mínimos detalles de aquellos lugares, y dedicarse al provecho espiritual de las personas que allí lo tratasen. Vivió grandes consolaciones, besar esos lugares santos era algo que había esperado. Vivía todo como si fuese un regalo de Dios.
Con gran pena en su corazón tuvo que partir de Jerusalén y entender que la voluntad de Dios era que no debía quedarse.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de san Ignacio de Loyola en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
San Ignacio de Loyola, tú que te enfrentaste a lo largo de tu vida a innumerables encrucijadas y tuviste que preguntarte una y otra vez, cuál era el camino que más gloria y alabanza daba a Dios y lo mejor hacia tu prójimo. Ayúdame con tu intersección, a aumentar mi deseo de servir al Señor y ser mejor discípulo, buscando siempre la paz y liberación del mundo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. +