Glorioso patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, ven en mi auxilio en éstos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo a fin de que tengan una feliz solución. Mi bien amado padre, toda mi confianza está puesta en ti, que no se diga que te he invocado en vano y puesto que puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén.