El Señor sigue instruyéndonos, el Señor sigue por medio de su palabra, iluminando nuestra existencia, para que nuestra vida haya coherencia, escuchemos con atención lo que nos dice hoy.
Lectura del santo evangelio según San Marcos.
En aquel tiempo, acercándose unos fariseos, preguntaban a Jesús para ponerlo a prueba, ¿le es lícito al hombre repudiar a su mujer?, y les replicó ¿qué les ha mandado moisés contestado moisés? permitió escribir el acta de divorcio y repudiar la Jesús les dijo:
Por la dureza de su corazón dejó escrito Moisés este precepto, pero al principio de la creación, Dios los creó hombre y mujer, por eso dejará el hombre a su padre ya su madre se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne, de modo que ya no son dos sino una sola carne pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.
En casa los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo, el testigo si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera, y si ella repudia a su marido y se casan con otro, comedia adulterio.
Acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos nos regañaba, al verlo Jesús se enfadó, y les dijo dejen que los niños se acerquen a mí, no se lo impidan pues de los que son como ellos es el reino de Dios, en verdad les digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él, y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndole las manos.
Palabra del Señor.
Transcripción la voz del pastor 30 de septiembre de 2018
Hace 8 días veíamos la importancia de la coherencia en nuestra existencia, hoy el Señor nos pide esa misma coherencia en las relaciones al interior de la familia y especialmente en las relaciones al interior del matrimonio.
Vivimos en un mundo en el que todos los días se nos invita al adulterio, al amor libre a dejarnos llevar totalmente por las pasiones, especialmente las pasiones carnales sexuales, de tal manera que vivimos en un mundo absolutamente erotizado y un mundo en el cual parece ser que lo único que importará fuera el disfrute sexual, hace unos meses salió un análisis por ejemplo en la revista semana sobre lo que era el turismo sexual en Colombia, niñas, jovencitas, vendiéndose permanentemente a extranjeros que vienen a Colombia a buscar simplemente es diversión sexual, y basta ver las ciudades nuestras llenas de moteles por todas partes, eso está indicando verdaderamente que tenemos una capacidad infinita de ir a buscar el amor ilícito, de ir a buscar la satisfacción sexual fuera de lo que verdaderamente tiene ella como sentido fundamental, El Señor nos pide hoy la coherencia también en el amor.
El Señor hizo al ser humano varón y mujer, y los hizo para que fueran complementarios pero esa complementariedad no se da verdaderamente sino en una relación estable, que la iglesia bendice con el sacramento del matrimonio, cuando hay verdaderamente esa relación estable entre el varón y la mujer, todo se ordena a crecer en el amor, y es un amor que se hace generalmente fértil fecundo, de tal manera que de ahí nacen los hijos, para que la humanidad pueda seguir creciendo y pueda seguir como nos dice el texto del génesis siendo dueña de la creación del universo pero esto indudablemente exige coherencia.
Probablemente que habrá tentaciones tanto para él como para ella indudablemente que la convivencia diaria no es fácil habrá roces, habrá disgustos, habrá incluso a veces ofensas pero si verdaderamente estamos convencidos de que allí en ese amor el esposo y de la esposa en ese amor del varón y la mujer unidos en el sacramento del matrimonio, se presenta de una manera especial el amor de Dios, que quiere salvarnos, entonces se luchará todos los días para que esa unión se haga más fuerte, se haga más estable y por lo tanto traiga la felicidad plena a los dos al uno y al otro, porque no es para que sea el uno feliz y el otro infeliz, sino para que los dos sean felices y para que los dos puedan cumplir su tarea en el mundo en la historia esto no es fácil porque por una parte está todo ese desenfreno sexual pero por otra parte también hay y esto es a mi modo de ver preocupante hay toda una mentalidad que va creciendo el sentido de tenerle desconfianza al matrimonio y querer evadir el matrimonio de tal manera que cada vez más la gente permanece soltera sin querer comprometerse de ningún sentido en una unión matrimonial, que les permita verdaderamente tener una familia, o sea hay muchas cosas que pensar en el mundo de hoy acerca del matrimonio, muchas cosas que pensar, pero el matrimonio sigue siendo el núcleo fundamental de la vida de la sociedad, eso no lo podemos negar ni lo podemos ignorar el matrimonio sigue siendo fundamentalmente importante para que una sociedad sea verdaderamente auténtica, sea una sociedad en la que verdaderamente los seres humanos puedan vivir en paz y en armonía.
Cuando tenemos unos matrimonios fieles en que cada uno busca la felicidad del otro y en que los dos caminan juntos en ese mismo momento empezamos todos a tener una sociedad más, sana en cambio cuando los matrimonios se enfrentan, se van entrando en crisis cada vez más pronunciadas y más generalizadas, tenemos sociedades que se van destruyendo comenzó un poco lo que nos está pasando a nosotros en el país en donde la unión de matrimonios es una unión, un número mínimo en comparación con las uniones transitorias las uniones más llamadas libres y todo tipo de unión que verdaderamente no corresponde al designio salvador de Dios.
Esto no es fácil pero esto nos lleva a que cada uno de nosotros se revise delante del Señor cómo está viviendo su vida en este campo, la bendición de Dios todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
Amén.
