Portada » La avaricia no nos lleva a ninguna parte

La avaricia no nos lleva a ninguna parte

por Editor mdc
parabola-del-rico-insensato

Siguen las enseñanzas del Señor mientras va caminando hacia Jerusalén, hoy le responde a uno que manifiesta en su pregunta, codicia, avaricia, deseo de dinero, y no responde con una parábola muy hermosa el Señor escuchamos:

Del Santo Evangelio según SAN LUCAS 12, 13 -21

Alguien de entre la multitud dijo a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»  Pero él le respondió: «Hombre, ¿quién me ha dado a mí el encargo de ser juez entre ustedes o de repartirles las cosas?» 
Y les dijo a todos: «[Cuidado con dejarse llevar de cualquier forma de codicia! Porque la vida no está asegurada con los bienes que uno tenga, por abundantes que sean.» 
y les propuso esta parábola: 
«A un hombre rico le produjeron sus tierras una gran cosecha. Entonces comenzó a hacer planes: ‘¿Qué hago, que ya no tengo donde almacenar la cosecha?’ y se dijo: ‘Ya sé lo que voy a hacer: Voy a demoler los graneros  y a construir otros más grandes;  ahí podré almacenar todo el trigo y los demás Víveres. 
Entonces podré decirme: 
Ya tienes abundantes Víveres en reserva para muchos años.  Ya puedes descansar, comer y beber y ser feliz’.  Pero Dios le dijo:  ‘Insensato: esta misma noche perderás la vida.  Y todo lo que habías amontonado, ¿para quién será?’ Así pasa con el que acumula bienes para sí mismo pero no los atesora en el cielo, junto a Dios» 

Palabra del Señor.

Transcripción de La Voz del Pastor del 04 de agosto de 2019

¿Qué nos dice el Señor hoy en el Evangelio? en primer lugar nos dice que la avaricia es una cosa inútil ¿por qué? Porque la avaricia nos lleva a poner nuestra felicidad, a construir nuestra existencia sobre los bienes materiales, pero los bienes materiales son efímeros, son pasajeros, hoy los podemos tener y mañana podemos no tenerlos, nadie nos garantiza que vamos a tener siempre estos bienes materiales.

En la parábola es muy claro en ese sentido de este hombre rico que creyó garantizarse para toda la vida la abundancia de bienes de un momento a otro es llamado a Dios por Dios y entonces se encuentra con que no tiene nada con que ha puesto simplemente su confianza y su fuerza en las cosas materiales que no tienen consistencia.

 Qué bueno que nosotros descubriéramos esto en nuestra vida porque generalmente el mundo nos invita a que pensemos que lo importante lo único importante lo único que vale la pena en nuestra existencia es conseguir dinero, es tener lo que necesitamos, es hacernos una vida tranquila, cómoda y por lo tanto, buscar el dinero y desafortunadamente cuando se dice buscar el dinero, caemos en ciertas prácticas no tan honestas, por eso está la corrupción rampante, un país como el nuestro en donde todo el dinero se necesita para que verdaderamente logremos que todos los habitantes lleguen a tener lo que necesitan y por lo tanto podamos vivir todos una vida digna, nosotros sabemos con qué frecuencia el dinero destinado para el bien común es llevado a los bolsillos de las personas para sus intereses personales, y siempre tenemos esa tendencia a acaparar, apoderarnos, a hacerlos cada vez más ricos, entre más se tiene más se desea más, más, más, más, más, parece ser como el lema que nos mueve en toda nuestra existencia, y esto no tiene sentido en primer lugar porque nunca vamos a estar tranquilos, siempre nos vamos a sentir infelices y necesitados de más y en segundo lugar porque nada de esto nos puede hacer felices, nuestro corazón estará siempre vacío porque ni el dinero ni las comodidades que trae el dinero ni el poder que trae el dinero van nunca a saciar todo lo que nosotros anhelamos allá en lo más profundo de nuestro corazón.

Tenemos que tomar conciencia de que la avaricia no nos lleva a ninguna parte, que hay otras cosas que son las verdaderamente importantes en nuestra existencia y esto realmente hay que tomarlo en serio que es lo ¿qué le da sentido a la vida? ¿qué es lo que nos hace felices? ¿qué es lo que nos hace verdaderamente estar tranquilos y en paz? y las respuestas lógicamente es solamente si somos capaces de amar y de amar, como ya lo veíamos con la parábola del buen samaritano, hace unos domingos llamar en concreto ayudando tendiendo la mano sirviendo al que lo necesita entonces si vamos a ser verdaderamente ricos porque le vamos a dar de lo poco o lo mucho que tengamos al que lo necesita y de esa manera vamos a tener la inmensa satisfacción de poder compartir lo que tenemos lo que somos, lo que podemos con los demás, y de esa manera contribuir a construir un mundo mejor, el mundo que Dios quiere de nosotros y el mundo que todos anhelamos, un mundo justo, fraterno, solidario, un mundo en paz, que bueno que en nuestra vida de todos los días nosotros pudiéramos controlar la avaricia que cada vez que nosotros sintamos ese deseo de dinero de tener más de más comodidades de más posibilidades tomaremos conciencia de que por ahí no vamos bien el que tenemos por el contrario es que preocuparnos por ser cada vez más capaces de servir, cada vez más capaces de ayudar, cada vez más capaces de contribuir, a que nuestro mundo sea un mundo mejor, el Señor nos da la gracia para que esto sea posible en nuestra vida.

 La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre, Amén.

Artículos relacionados

Deja un comentario