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Madonna della Salute – Trieste – Italia

por Horacio Espinosa

Mi familia materna viene de una región de Italia llamada otrora Istria (actualmente Friuli-Venecia Julia). Dentro de esta región está Trieste, ciudad que visité buscando encontrar en las paredes vivencias de mis antepasados. Así es como, caminando por la ciudad, me parecía ver en cada niña a mi abuela, en cada niño haciendo travesuras a mi abuela; pero donde realmente sentí que estaba con mi abuela fue en el templo donde ella inició su vida cristiana recibiendo las virtudes teológicas que nos da el Bautismo. Esas mismas virtudes que nos enseñó a sus nietos, quienes la recordamos con mucho amor.

Historia

La historia del templo de Santa Maria Maggiore de Triste (conocida como Madonna della Salute o la Iglesia de los Jesuitas) está estrechamente ligada a la de la congregación jesuita.

En 1619 llegaron a Trieste los dos primeros jesuitas, Giuseppe Mezler y Gregorio Salateo. Gracias a su buena relación con el gobierno de la época, la orden jesuita se desarrolló en poco tiempo, por lo que pudo encargar la construcción de una escuela. 

El Colegio de los Jesuitas se encuentra junto a la actual iglesia de Santa Maria Maggiore. Poco después se decidió construir la iglesia, que estaría dedicada a la Virgen y sería el edificio sagrado más grande de la ciudad en ese momento.

La primera piedra fue colocada el 10 de octubre de 1627 por el obispo Rinaldo Scarlicchio de Trieste. Sin embargo, la finalización del edificio de la iglesia tomó décadas. 

Cuando la iglesia fue consagrada el 11 de octubre de 1682 por el obispo de Trieste Giacomo Ferdinando Gorizutti, el techo del edificio todavía estaba parcialmente descubierto. 

En noviembre del mismo año, la cúpula de madera de la iglesia fue destruida por un incendio que estalló en un molino de aceite cercano. 

Cuando se disolvió la orden de los jesuitas en 1773, la iglesia aún no se había completado. Faltaban la cúpula de la iglesia, dos altares y otros elementos del interior de la iglesia. La cúpula solo se completó en 1817.

El 21 de noviembre de 2011, durante la celebración de la Madonna della Salute, el arzobispo Giampaolo Crepaldi le otorgó a la iglesia el título de santuario diocesano.

Según una leyenda pintoresca, el origen de la devoción triestina a la Madonna della Salute se debe al descubrimiento, hacia 1830, de un busto de mármol del siglo XVI que representa a la Virgen y el Niño. El mismo fue encontrado por un posadero llamado Ferdinando Patarga, que tenía el apodo de Fior (o Fiori). 

Una vez despejado de la tierra, el anfitrión quiso colocarlo en su restaurante junto a una pista de bolos. 

Se dice que un día un jugador, enojado por haber perdido el punto, arrojó su bola a la imagen sagrada y golpeó a la Virgen en la frente.

Según los presentes, la frente de la Virgen sangró durante mucho tiempo y aún tiene signos muy visibles del antiguo atropello.

Pero la historia real coincide parcialmente. Trieste ha honrado a la Madonna della Salute desde 1849. Ese año, coincidiendo con la leyenda, fue cuando estalló la epidemia de cólera causando en poco tiempo miles de víctimas. Desesperados por las muertes, los triestinos acudieron pidiendo ayuda a la Madonna yendo en procesión a su Casa durante el mes de octubre. El 21 de noviembre se declaró como superada la epidemia gracias a la intercesión de la Madonna della Salute. Desde entonces la imagen sagrada tiene fama milagrosa y cada año, en esta fecha, miles de personas acuden al Santuario frente a la imagen sagrada solemnemente expuesta en esa fecha.

El cuadro de la Madonna della Salute tiene otra historia.

En 1841, el conde Domenico Rossetti donó este cuadro a la iglesia de Santa Maria Maggiore en acción de gracias por la curación de una enfermedad grave.

Presenta a una mujer joven con «la cabeza cubierta con un pañal ligero, que esconde la mitad de su frente y enmarca el rostro dulce; su cabeza está levemente inclinada hacia la derecha, sus ojos medio cerrados hacia el suelo, sus manos cruzadas sobre su pecho».

La imagen se exhibe en la capilla a la derecha del altar mayor. El rico marco dorado data de 1845 y fue donado por los fieles.

La corona real, símbolo de la grandeza con la que María se reveló a sus hijos de Trieste, fue donada por la Cofradía en 1927, pero fue objeto de un robo por desconocidos en 1983. Solo un año después, por voluntad del obispo, Mons. Lorenzo Bellomi, como gesto para remediar el acto sacrílego que afectó profundamente la devoción de Trieste a esta Virgen, el lienzo volvió a encajar con su corona real.

Los jesuitas en Trieste

Santa Maria Maggiore está vinculada a la primera presencia de la Compañía de Jesús en Trieste.

Los padres jesuitas llegaron a la ciudad en 1619 y entraron en la vida de la iglesia local en un momento religiosamente muy delicado debido a la influencia en estas tierras de la Reforma protestante. 

Trabajaron principalmente en la educación cultural de los jóvenes con enseñanza escolar en su Colegio inaugurado en 1620. 

Permanecieron en Trieste hasta la supresión de la Compañía en 1773. Regresaron a la diócesis en 1910.

Desde 1922 está bajo la custodia de los frailes franciscanos.

Oración a la Madonna de la Salute

¡Santa Madre de Dios y Madre nuestra, María! 

Trieste recurre con confianza a tu protección y te invoca como «Nuestra Señora de la Salud». Da la bienvenida a las oraciones de tus hijos. 

Intercede por nosotros la gracia de la salvación eterna del Señor. 

Tráenos la fuerza del bien para luchar contra el mal, para observar la santa ley de Dios y para llevar nuestra cruz todos los días. 

Ayúdanos a mantenernos sanos de mente y corazón, sobrios y moderados en todo. 

Vela por la salud de nuestro cuerpo, la tranquilidad de nuestros días y la seguridad de nuestra vida. 

A tus tiernas y fuertes manos confiamos a nuestros enfermos, a los débiles, a los minusválidos, a los discapacitados y a todos los dolores humanos. 

Sepamos cómo inclinarnos sobre el sufrimiento de los demás, secar muchas lágrimas y aliviar las heridas del prójimo. 

Que la salud, de la que eres patrona de Dios, sea un don que sepamos custodiar y defender para nosotros y para todos, en el amor de Cristo, tu Hijo y Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Los ángeles custodios

Este es un altar menor pero de suma importancia en mi vida. Conocido como el altar de los Ángeles Custodios se inspira en los modelos de los siglos XVII y XVIII. Extendidos en el Véneto, derivan del barroco tardío austriaco. 

El cuadro data de 1715 y muestra al Ángel y Tobiolo. Es obra de un pintor del Véneto de línea manierista iniciada con Palma il Giovane, lejos del gusto de la pintura veneciana del siglo XVIII.

Descripción

Realmente el templo no es arquitectónicamente hablando muy bello; al contrario, es más bien sencillo. Pequeño, oscuro, con mucho mármol, quizás se pregunten el porqué de esta bitácora dado el hecho de que el templo no me pareció tan bonito. Esperen a leer “La Visita” y comprenderán.

Debido a los pocos documentos conservados sobre la construcción de la iglesia, no está claro a quién se debe todo el proyecto de construcción o elementos individuales dentro de la iglesia. Se supone que Giacomo Briani (1589-1649), un jesuita de Módena, fue responsable de una parte considerable del diseño interior. 

La fachada del edificio se completó alrededor de 1701 y probablemente sea obra del jesuita de Trentino Andrea Pozzo (1642-1709).

El templo es un ejemplo único del estilo barroco entre las iglesias de la región. Es uno de los edificios sagrados más importantes de Trieste tanto por la riqueza del arte como por la ciudad. El altar mayor está dedicado a la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Fue construido entre 1672 y 1717. 

Algunas restauraciones se llevaron a cabo en el siglo XIX. A ambos lados del tabernáculo se encuentran las estatuas de mármol de los santos Ignacio de Loyola, Luigi Gonzaga, Francesco Borgia y Francesco Saverio. 

El altar continúa ópticamente en el mural del ábside con una representación de la Inmaculada Concepción.

El cuadro de la Madonna della Salute se encuentra a la derecha del altar mayor.

La visita

Como mencione al inicio de esta bitácora, mis abuelos maternos vinieron de esta zona de Italia, y concretamente mi abuela Ana de esta ciudad.

Cuando pensamos en la idea de conocer Triste, comenzó a recorrerme un sentimiento que no comprendía. Mis abuelos ya no estaban entre nosotros en ese momento. Solo una hermana de mi abuela, también proveniente de esta ciudad, aún vive y fue con quien pude hablar de sus recuerdos de su niñez y, claro, de mi abuela.

Ella me contó entonces dónde jugaban, por qué calles caminaban, dónde habían sido bautizadas, y hasta me comentó la triste historia de su casa natal que había sido derrumbada para la construcción de una avenida.

Con toda esta carga emocional, llegué a esta ciudad que, a pesar de ser mi primera visita, sentía como propia.

Caminando por las calles, veía en cada niñita a mi abuela. Era muy emocionante saber que estaba pisando el mismo parque donde aquella nena jugaba con sus hermanas.

La Iglesia de La Madonna de la Salutte fue donde mi abuela recibió por primera vez a Jesús. Entonces, al saber que el hotel donde nos quedábamos estaba cerca de la misma, no podía esperar para entrar en ella.

Mi abuela era muy devota de María y de los ángeles. Fue quien me regaló de chico un pequeño ángel de la guarda y quien me enseñó a rezar el rosario. Durante toda mi vida agradecí este gesto de mi abuela, pero recién en la visita a la ciudad todo cobró sentido.

Mi abuela se volvió devota de la Madonna della Salute, posiblemente porque sus papás habían sobrevivido a la epidemia de cólera, y seguramente ella y sus hermanas concurrían a rezar el rosario en este templo. Ella, con poco conocimiento litúrgico, fue quien pudo transmitir ese amor a Mamá María que hoy tengo.

Pero también estaba la historia de mi ángel de la guarda que ella me había regalado de chico y al que ella me enseñaba a querer. Fue cuando vi que en un altar menor del templo donde concurría mi abuela estaba el cuadro de los Ángeles Custodios que muchos locales veneraban. Seguramente parte de este amor fue el que ella quiso transmitirme.

Cuando accedí al templo, había algunas señoras rezando el rosario. Inmediatamente me vino la imagen de mi abuela.

Poco más adelante, frente al altar de los Ángeles Custodios, pasó esto nuevamente. 

La emoción, la conexión con mi abuela, el amor de Mamá María y la custodia de mi ángel guardián crearon un clima único, irrepetible; tanto así que, durante todos los días que duró mi visita a la ciudad de Trieste, estuve en la santa misa de este templo, no pudiendo dejar de lado estar tan cerca de mi abuela después de tantos años de no tenerla más entre nosotros.

Esta bitácora es un tanto personal. Quizás no sea del gusto de los lectores, pero más que mi historia personal quiero rescatar la importancia de los abuelos en nuestras vidas. Cómo ellos cambian nuestra historia, cómo sus enseñanzas perduran para siempre, y cómo Jesús y María se encargan de que ese amor de abuela a nieto se recuerde en cada momento.

Tips de Viajero

  • Dirección Via del Collegio, 6, al pie de la colina de San Giusto y cerca de la basílica de Cristo Salvador (antigua basílica de san Silvestro), en las inmediaciones del centro histórico de Trieste.
  • Horario de misas
    • Domingo: 9.00 – 10.30 – 12.00 hrs.
    • De lunes a viernes: 7.00 – 18.00 hrs.
    • Sábado: 8.00 – 18.00 hrs.
    • Días de precepto: 10.00 – 19.00 hrs.
  • Exposición del Stmo. Sacramento – rezo del rosario – Vísperas – Bendición Eucarística: 
    • Lunes a sábado 17.00 hrs.
  • Vía Crucis:
    • Viernes 16:45 hrs.
  • Visiten de día y también de noche la Piazza Unita D´Italia.
  • Suban hasta la Cattedrale di San Giusto.
  • Conozcan el Teatro Romano y el arco de Ricardo.

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