Portada » Meditación del día 26 de agosto

Meditación del día 26 de agosto

por Pbro. Luis A. Zazano

Evangelio según san Mateo 24, 42-51

Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno?
Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo.
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si es un mal servidor, que piensa: ‘Mi señor tardará’,
y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos,
su señor llegará el día y la hora menos pensada,
y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.

Hoy 26 de agosto
Seminario: ¿Es San José un verdadero custodio y protector de la Iglesia?
INSCRÍBETE AQUÍ.

Estén prevenidos, nadie sabe el día


1) Atento: Es lo primero que apuntala Jesús, es prevenirte. Estate atento porque ¡que Jesus viene, viene! Este ritmo que llevamos de vida nos lleva a olvidarnos de que hay que vivir el día al estilo UPU: único, primer y último. No te acostumbres a la vida porque no sabes cuándo termina. Pero si podés saber disfrutarla y más si estuvo la muerte cerca.


2) Se te encuentre ocupado: ¡¡Vamos!! No te achanches, labura, la vida también es exigente. Trabaja tu interior, tu espiritualidad, tu silencio. Trabaja tu persona. Si no, de qué te vale ser un cura famoso o un médico prestigioso si sos más ogro que Shrek (el de la película). ¿De qué te vale gozar de buena vida si ni siquiera saludas a tus hijos? ¡Vamos! Labura tu interior para tener tu alma preparada cuando tengas que partir de este mundo.


3) Hipócritas: Cuando uno le mete mucho a las fiestas y al desorden de vida es porque le resbalan las cosas o porque no sabe enfrentarlas. El «sistema borracho» necesita del alcohol para decir las cosas. Vos no tenés que ser así. Pedí ayuda y enfrenta la vida para luego amigarte con ella. Vos y la vida son una cosa que caminan juntos hacia la felicidad. No seas hipócrita, porque es andar con caretas en la vida creyéndose que anda de felicidad en felicidad. Sácate la careta que nosotros como Iglesia te vamos a ayudar.
Porque hasta el Cielo no paramos…

Artículos relacionados

Deja un comentario