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Meditación del día 7 de abril

por Pbro. Luis A. Zazano
juan 20, 19-31 fb

Evangelio según san Juan 20,19-31

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes».
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: «Reciban el Espíritu Santo.
Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan».
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: «¡Hemos visto al Señor!». El les respondió: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré».
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe».
Tomas respondió: «¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo: «Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!».
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro.
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

Divina Misericordia

1) El temor: Cuando uno tiene miedo se cierra y cuando uno se cierra es porque tiene miedo. La cerrazón de corazón y el miedo son como dos caras de una misma moneda y te llevan a no experimentar lo nuevo y lo distinto. Esto hace en vos y de vos una persona incrédula. Pero no una persona incrédula de la fe católica, sino más bien incrédula de la vida y del vivir.

2) La paz: Implica saber que cuando te dejas sorprender y dejas que entre Jesús, todo puede cambiar. Pero lo que más puede ayudar en tu vida es tener paz. Porque cuando en vos hay paz, podés lograr tener valentía para vivir. Porque la vida misma es un jugársela constante y enfrentar cosas todo el tiempo. La clave no es ganar batallas en tu vida, sino más bien tener paz en tu vida, incluso cuando hay derrotas.

3) Tomás: Todos tenemos algo de este Tomás. Tenemos ese pragmatismo o ese materialismo. Lo concreto. Pero Jesús hoy te enseña que la vida va mucho más allá de lo concreto, implica confiar, implica creer y también implica soñar… la vida que hoy vivís no requiere más que creer y desde ese creer podés hacer y desde ese hacer en el creer, podés construir y resolver. ¡Mira tu vida con fe y con fe podés vivir la vida! Algo bueno está por venir.


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