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Mateo 20,17-28

por Pbro. Luis A. Zazano
Mateo 20, 17-28

Evangelio según San Mateo 20,17-28.

Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino les dijo:
«Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte
y lo entregarán a los paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará».
Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo.
«¿Qué quieres?», le preguntó Jesús. Ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
«No saben lo que piden», respondió Jesús. «¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?». «Podemos», le respondieron.
«Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre».
Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos.
Pero Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo:
como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud».


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Aceptar la cruz y no el poder

1) Subir a Jerusalén: Es ir al encuentro de aquel lugar donde estamos llamados a redimirnos, es asumir ese lugar y ese espacio donde me realizo como persona. Tu Jerusalén puede ser ese lugar que sabes que te cuesta pero es tu lugar, Jerusalén puede ser tu casa, tu trabajo, tu parroquia. En fin, ese lugar de lucha cotidiana.

2) ¿Qué quieren?: Hoy Jesús te pregunta a vos, qué necesitas. Qué es lo que andas buscando de Dios, qué es lo que necesitas en tu vida para realizarte, el problema es que muchas veces creemos que sólo necesitamos poder para realizarnos como personas. El poder no te lleva al cielo, y tampoco se busca a Dios para tener poder. Realizarte como persona no es a través de puestitos, ni tampoco a través de cierta cantidad de dinero mensual. Podés estar cerca de Jesús, pero no interesarte por Jesús sino más bien usar de Jesús para tener prestigios personales, ese no es el verdadero seguimiento.

3) A servir: Hoy Jesús te vuelve a recordar que está llamados al servicio, tu vida debe ser un constante servir. No podés estar atrás de puestos siempre, hay personas que se esclavizan al poder creyendo que logran realizarse, pero en el fondo van perdiendo dignidad. Esto lleva a la ausencia de un objetivo en su vida y se casan con el medio y no con el fin de la vida que es la felicidad. Cuidado, la plata y el poder son tentadores. Es fácil meterse pero complicado salir, la clave está en reconocer y asumir.


Un año con Jesús

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1 comentario

Joaquin Isla marzo 11, 2020 - 1:36 pm

Dios los bendiga

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