Evangelio según San Juan 16,16-20.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver».
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’?. ¿Y que significa: ‘Yo me voy al Padre’?».
Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir».
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: ‘Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’.
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.»
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La tristeza en gozo.
1) No me verán: es el proceso de la vida espiritual, en donde uno tiene momentos en la vida donde se acerca mucho a la presencia de Dios y hasta siente una atracción a todo lo referente a Dios. Pero también hay otro momento, en donde uno se siente alejado de las cosas de Dios, donde no tiene ganas de rezar, donde no hay consuelo en el orar. Es allí donde debemos permanecer en la perseverancia, porque la vida cristiana es un proceso y los momentos de oración se van forjando en un ir y venir.
2) Tiempo: el tiempo es uno de los puntos claves de la vida. El tiempo lleva a que uno asuma la vida como tal y la respete como tal. El tiempo te hace recordar que no sos Dios. Hoy a muchos nos toca vivir el tiempo de una manera distinta y diferente, en donde sentimos que se nos escapa todo de las manos porque el tiempo no lo puedo recuperar. Hoy aprende a aprovechar del tiempo, pero también a disfrutar del tiempo.
3) El gozo: la tristeza aparece en la vida, pero Jesús nos recuerda que hay un gozo, una felicidad y un camino por crecer. Estamos llamados a salir de la tristeza y aprender a caminar en ese camino que Dios te pone. Vos podés lograr muchísimas cosas pero recordando que la tristeza es «un paso a…». Y ese paso solamente vos sabes a dónde lleva.
2 comentarios
Poquito es el tiempo del sufrimiento y de la tristeza, de la traición y de la huida, de la medida de quiénes somos realmente, de la verdad y de la alegría de encontrar a Jesús siempre con nosotros. Sin dejarlo más y sin echarlo afuera de nuestras vidas por toda una serie de razonamientos en los que el Tentador, Satanás, se divierte de lo lindo. “Si te arrodillás y me adorás, todo será tuyo”…
El pobre diablo vive ofreciéndonos cosas a cambio del alma, mundo a cambio del espíritu de vida, éxito humano a cambio de una vida de dicha eterna. Pero todo está concebido por el Padre para alcanzar la plenitud de Su Amor, de Su presencia, de gozo sin fin, aunque todavía necesitemos «un poquito» de tiempo para completar lo que falta a la plena manifestación del Amor de Dios. Falta nuestra voluntad de compartir los sufrimientos de la vida en el peso de la carne que todavía llevamos, así como lo hizo Jesucristo Hijo de Dios, hasta el final.
Linda reflexion Luis, gracias
Dios los bendiga