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«Dios es Amor y Sabiduría»

por Pbro. Tomás Trigo
Dios te quiere

Escuchar aquí el episodio Dios es Amor y Sabiduría

“¡Pero también hay catástrofes, y mueren hombres, mujeres y niños inocentes! Y si Dios es bueno, ¿cómo permite esas cosas? ¿Por qué permite el sufrimiento?” 

¡Se oye tantas veces esta queja!

La verdad es que el sufrimiento es un misterio, y no podemos comprenderlo.

Pero puedo pensar como un hijo: mi Padre Dios es Amor y Sabiduría. Yo no puedo entender su Sabiduría. Pero creo con todas mis fuerzas en su Amor.

A veces, tengo la impresión –seguramente equivocada– de que algunos de los que se quejan de esas desgracias y ponen en duda la bondad de Dios están como buscando un motivo para poder decir: “Dios no existe, porque si existiera no permitiría tanto sufrimiento; por tanto, voy a vivir la vida sin tener en cuenta a Dios”. Esta es la esencia de un ateísmo que parte no de argumentos racionales, sino de la voluntad de negar a Dios, para afirmarse a uno mismo. Un ateísmo que ha sido la causa de grandes sufrimientos para la humanidad.

En otras ocasiones, para ayudar de algún modo a esas personas que parecen quejarse de Dios, les pregunto: “¿Quieres decir que tú tienes un corazón más comprensivo, más humano, más amoroso, que el de Dios? ¿Que tú eres más sabio que Él?”

¿Quiénes somos nosotros para juzgar a nuestro Creador y Redentor?

Para confiar en Dios hay que ser humildes, reconocer que, con nuestra limitada inteligencia, no podemos comprender los designios de su infinita Sabiduría. Pero, a la vez, podemos estar totalmente seguros de que su Sabiduría está siempre unida a su infinito Amor.

En una ocasión, ante la noticia de un tsunami en el que murieron miles de personas, un amigo me comentó: “¡Cuánta gente habrá llegado hoy al Cielo! Seguro que muchas de esas personas tuvieron tiempo para pedir perdón, y además el sufrimiento que padecieron les sirvió para purificarse”. Me pareció una reflexión acertada.

Señor, creo en tu amor por todos y cada uno de tus hijos. Creo que me amas con pasión. Creo que todo lo que haces es para mi bien, para mi salvación eterna. Creo que me quieres también cuando me golpea el dolor, un dolor anónimo, grosero y cruel. Creo que Tú lo permites porque sabes que es bueno para mí.

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Para comprar el libro: Dios te quiere y tú no lo sabes

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