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Te Alabamos Señor. Hoy: Salmo 65

por Editor mdc
Salmos

Alabar a Dios, orar, conversar con el Padre, siempre recordando nuestra condición de hijos amados por Él. Estos son algunos de los objetivos de este proyecto de Misioneros Digitales Católicos, que culminará cuando publiquemos el 150.

SALMO 65 (versículos 1-14)

1 Del maestro de coro. De David. Canto.

2 A ti, oh Dios, te corresponde

un canto de alabanza en Sión,

y todos tienen que cumplir sus votos,

3 porque tú escuchas las plegarias.

A ti acuden todos los hombres

4 bajo el peso de sus culpas;

nuestras faltas nos abruman,

pero tú las perdonas.

5 Feliz el que tú eliges y atraes

para que viva en tus atrios:

¡que nos saciemos con los bienes de tu Casa,

con los dones sagrados de tu Templo!

6 Por tu justicia, Dios, salvador nuestro,

nos respondes con obras admirables:

tú eres la esperanza de los confines de la tierra

y de las islas más remotas.

7 Tú afianzas las montañas con tu poder,

revestido de fortaleza;

8 acallas el rugido de los mares,

el estruendo de las olas

y el tumulto de los pueblos.

9 Los que habitan en las tierras más lejanas

temen tus obras prodigiosas;

tú haces que canten de alegría

el oriente y el occidente.

10 Visitas la tierra, la haces fértil

y la colmas de riquezas;

los canales de Dios desbordan de agua,

y así preparas sus trigales:

11 riegas los surcos de la tierra,

emparejas sus terrones;

la ablandas con aguaceros

y bendices sus brotes.

12 Tú coronas el año con tus bienes,

y a tu paso rebosa la abundancia;

13 rebosan los pastos del desierto

y las colinas se ciñen de alegría.

14 Las praderas se cubren de rebaños

y los valles se revisten de trigo:

todos ellos aclaman y cantan.

Fuente: El Libro del Pueblo de Dios. 

Voz: Rafael Alvarado/ Música: Juanjo Cabrera (Spotify) / Juanjo Cabrera (canal de Youtube)

Comentario del Salmo 65

En este canto de acción de gracias, la comunidad expresa su ferviente alabanza y reconocimiento al Señor por todos los beneficios recibidos de sus manos. La primera parte (vs. 2-5) insiste en la bondad de Dios, que escucha desde su Templo las oraciones de los fieles (v. 3) y se muestra siempre dispuesto a perdonarlos (v. 4). La segunda (vs. 6-9) evoca el poder creador del Señor y sus obras admirables en la naturaleza y en la historia, con acentos marcadamente universalistas (v. 6). La parte final del Salmo (vs. 10-14) es de un delicado lirismo, y celebra al Señor como fuente de vida e inagotable fecundidad.

Fuente: El Libro del Pueblo de Dios /Editorial San Pablo

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