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Juan 3,13-17

por Pbro. Luis A. Zazano
Juan-3,13-17

Evangelio según San Juan 3,13-17.

 
Jesús dijo a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto,
para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
 

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La cruz de la vida, que da Vida.

1) La historia: Cuenta la historia que un día como hoy, se encontró bajo el gobierno de Constantino la cruz de Jesús. Te cuento: Constantino, hijo de Santa Elena, era pagano pero respetaba a los cristianos. Tuvo una terrible batalla contra el perseguidor Majencio, jefe de Roma, estamos hablando del año 311, la noche anterior a la batalla tuvo un sueño en el cual vio una cruz luminosa en los aires y oyó una voz que le decía: «con este signo vencerás»; y que al empezar la batalla, mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y que exclamó: «confío en Cristo en quien cree mi madre Elena». Y la victoria fue total, y Constantino llegó a ser emperador y decretó la libertad para los cristianos, que por tres siglos venían siendo muy perseguidos por los gobernantes paganos. Pero esto no termina aquí, cuentan que Santa Elena, la madre del emperador, pidió permiso a su hijo Constantino para ir a buscar en Jerusalén la cruz en la cual murió Jesús. Después de muchas y muy profundas excavaciones, se encontraron tres cruces. Como no se podía distinguir cuál era la cruz de Jesús, llevaron a una mujer agonizante. Al tocarla con la primera cruz, la enferma se agravó, al tocarla con la segunda, quedó igual de enferma de lo que estaba antes, pero al tocarla con la tercera cruz, la enferma recuperó instantáneamente la salud.
Fue así como Santa Elena, y el obispo de Jerusalén, Macario y miles de devotos, llevaron la cruz en piadosa procesión por las calles de Jerusalén. Y que por el camino se encontraron con una mujer viuda que llevaba a su hijo muerto a enterrar y que acercaron la Santa Cruz al muerto y éste resucitó.

2) Para vos: La cruz es nuestra identidad, no porque es signo de muerte, sino porque la Vida dió su vida por nosotros y es a través de la cruz que nos llega la resurrección.

3) Tu cruz: Vos tenés tu cruz, una persona o enfermedad o una situación. No temas, hasta estarás crucificado, no entenderás nada, pero no te preocupes, confía que resucitarás.

 

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