El Norte de la provincia de Neuquen en Argentina despliega innumerables muestras de fe. Su punto máximo se da en Junín de los Andes.
En Neuquén, en la Patagonia Argentina, la mayor convocatoria y participación de fe se da en las fiestas patronales o santorales, donde las imágenes veneradas de los santos desempeñan un papel muy importante, casi siempre son llevadas en procesión y ocupan un lugar preferencial en los actos de culto.
Estas fiestas religiosas se celebran principalmente en el Corredor Neuquén Norte y Corredor de Los Lagos
En la localidad de Las Ovejas se celebra, en enero, la fiesta de San Sebastián, la cual es de carácter cultural y religioso y comprende la realización de diversas actividades. Mientras que, en Junín de los Andes, en el mismo mes, se celebra el recordatorio de la Beata Laura Vicuña. Históricamente estos lugares fueron los primeros centros de evangelización y alfabetización por parte de las congregaciones salesianas, dado que son los pueblos más antiguos de la provincia. Varias son las iglesias y capillas que hay en Neuquén donde sus construcciones escapan la esfera de lo material y su profundo significado es expresar la presencia de Dios.
En Junín de los Andes se localizan diferentes sitios de interés religioso como el Santuario Nuestra Señora de las Nieves, la capilla María Auxiliadora del Paimún y el imponente Vía Christi. Este parque recuerda en un recorrido pedestre de más de 2 Km., los momentos destacados de la vida de Jesucristo.Actualmente el Parque Vía Christi (camino de Cristo) como lo bautizó el Papa Francisco siendo Cardenal de Argentina. En él se muestran 23 estaciones con sus respectivos solados, bajorrelieves y esculturas con un fuerte contenido emocional y una alta jerarquía artística. Las esculturas reproducen escenas del evangelio, la cultura mapuche y aspectos de la actualidad. El punto culmine de todo este recorrido es la estación «Jesús Luz» inaugurada recientemente y dirigida por el Arquitecto Alejandro Santana, expresa la figura de Jesús que traspasa la Tierra, simbolizando que, en toda la Naturaleza, está la presencia Divina, en su creación y en cada instante. Se trata de una escultura de aproximadamente 36 metros de longitud, 30 metros de ancho y 7 metros de alto, recostada en la ladera del cerro.
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