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¿Tengo aquello que tengo que dar gratis?

por Elena Fernández Andrés
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«Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis» (Mateo 10, 7-8)

Hoy me han resonado con fuerza estas palabras de Jesús en el Evangelio: «Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis»

Creo que a todos nos puede pasar que, de tanto escuchar un Evangelio o pensando aquello de «ya me lo sé», sin querer «desconectemos» durante su lectura en la Eucaristía o en cualquier otro ámbito. 

Tengo que reconocer que mí me pasa a veces. Y hoy me ha pasado tras escuchar aquello de «Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis». Me he «perdido» el resto del Evangelio. Menos mal que luego tenemos mil y una formas de volver a leerlo y rezarlo…

Y me lo he «perdido» porque me he quedado enganchada en esa frase. Instantáneamente me ha venido esta pregunta con fuerza: y tú, Elena, ¿en verdad has recibido aquello que tienes que dar gratuitamente?

Porque, ¿cómo voy a vivir en mi ser y ser portadora para otros de los signos del reino de Dios si no he dejado que primero se manifiesten en mi vida?

¿Dejo que el Señor cure mis enfermedades, físicas y del alma?

¿Dejo que el Señor resucite en mí aquello que está herido de muerte o a punto de morir?

¿Dejo que el Señor, en su infinita Misericordia, vaya limpiando mis lepras, esas por donde se me escapa la vida a pedazos?

¿Dejo que, poco a poco, triunfen la Bondad y el Bien de Dios en mi vida y se manifieste su victoria sobre mis pecados y sobre la influencia que pueda tener el mal a través de tentaciones, engaños, mentiras… del enemigo?

Acabamos de vivir Pentecostés y nos encontramos de lleno inmersos en el mes del Corazón de Jesús. Ante estas preguntas sólo me queda desnudar con simplicidad y humildad mi pobreza ante Dios, suplicar que el Espíritu Santo siga obrando en mí y orar con constancia para que el Señor en su bondad haga mi corazón semejante a su Corazón.

Creo que sólo así, dejándome hacer por Él, realmente seré portadora de los signos del reino.

Y tú, ¿te dejas hacer? 

Canción: Quema mi vida
Artista: Jon Carlo

Fuente: Nómadas del Espíritu 


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