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Basílica Menor Nuestra Sra. de la Merced – Tucumán – Argentina

por Horacio Espinosa
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Esta semana, con la compañía imaginaria de Manuel Belgrano visitamos la Basílica Menor Nuestra Señora de las Mercedes, ubicada en la provincia de Tucumán, Argentina.

El Gral. Manuel Belgrano, uno de los padres de la patria Argentina, dijo en el parte de la batalla de Tucumán: “La patria puede gloriarse de la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos». En esta batalla, se decidió la suerte de las Provincias Unidas del Río de la Plata ya que los españoles eran unos tres mil y los argentinos apenas mil ochocientos. En la mañana del 24 de septiembre de 1812, día del combate, el general Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen. El ejército argentino obtuvo la victoria.

Al tener conocimiento de estos actos de devoción las religiosas de Buenos Aires, remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de Nuestra Señora de la Merced para que los distribuyera a las tropas. El batallón de Tucumán se congregó antes de partir rumbo a Salta, frente al atrio del templo de Merced, donde se les entregaron los escapularios, tanto los jefes como oficiales y tropas los colocaron sobre sus uniformes.

Con todo esto en mente, llegamos a la parroquia de la Victoria como se conoce también a la Basílica Menor de Ntra. Sra. de la Merced.

Historia

Fue la segunda iglesia en crearse desde que se estableció la ciudad de Tucumán en su nueva y definitiva ubicación.

Nació, como muchas iglesias de la época, como una humilde capilla. Ante su mal estado de conservación, a finales del siglo XVIII se decidió comenzar a su lado una nueva construcción que se vio paralizada por falta de fondos hasta fines de 1860, año en que el párroco Luis B. Alfaro y doña Celina Frías de Rusiñol, le dieron un nuevo empuje.

El General Manuel Belgrano, a cargo del Ejército de Norte, invocó a nuestra Señora de la Merced antes de enfrentar al ejército realista en el campo de Las Carreras (actual plaza Belgrano de la ciudad de Tucumán) el 24 de septiembre de 1812.

Tras haber triunfado decidió entregar su bastón de mando a la Virgen y le rindió honores en la Capilla dedicada a Ntra. Señora, convirtiéndose desde ese momento en “Parroquia de la Victoria”. Desde aquel entonces todos los años por la misma fecha se le rinde homenaje y se realiza una solemne procesión multitudinaria.

1916

Este segundo templo debió ser clausurado en el año 1916 ya que la construcción no era segura y veintiséis años después también fue demolido para dar comienzo a la edificación del templo que actualmente se conoce como Iglesia de la Merced. La demolición no fue total, sino del sector frontal y parte de la única nave, dejándose una pequeña área contínua al crucero.

Así se llegó a 1920, año en que se discutía si levantar una iglesia nueva con tres naves o reedificar en torno a lo existente respetando el boceto primitivo.

En 1927 comenzó la demolición, mientras se anunciaba que se haría un nuevo edificio respetando el diseño de los ingenieros Liebeschütz y Schonfeldt. Pero transcurrieron diez años sin que la obra se llevara a cabo, salvo colocar una “piedra fundamental”.

1947

En 1947, el obispo de Tucumán Agustín Barrere resolvió apelar a la ayuda de los esposos Guzmán, que costearon la construcción del actual templo de acuerdo con el proyecto del arquitecto Gastón Jarry.

Continuando un poco con la historia que relaciona al Gral. Belgrano con Nuestra Señora de la Merced podemos decir que el 20 de febrero de 1813 los argentinos se enfrentaron nuevamente con los españoles en la batalla de Salta.

Antes de entrar en combate, el Gral. Belgrano recordó a sus tropas el poder y valimiento de María Santísima y les exhortó a poner en Ella su confianza. Formuló también el voto de ofrendarle los trofeos de la victoria si por su intercesión la obtenía.

Con la ayuda de la Madre de Dios vencieron nuevamente a los españoles y de las cinco banderas que cayeron en poder de Belgrano, una la destinó a Nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán.

A partir del año 1812, el culto a Nuestra Señora de las Mercedes adquiere una gran popularidad. En 1813, el Cabildo de Tucumán pide a los eclesiásticos la declaración del vice patronato de Ntra. Sra. de las Mercedes «que se venera en la Iglesia de su religión» y ordena de su parte que los poderes públicos celebren anualmente su fiesta el 24 de septiembre.

La autoridad eclesiástica, por Decreto especial, el 4 de septiembre de 1813 declara festivo el 24 de septiembre en homenaje a Nuestra Señora de las Mercedes.

El 31 de agosto de 1843, es declarada oficialmente Vice Patrona, jurando su día por festivo y disponiendo se celebre cada año una Misa solemne con asistencia del Magistrado y que por la tarde se saque la imagen de la Santísima Virgen en procesión, como prueba de gratitud por los beneficios dispensados.

Centenario

Al cumplirse el centenario de la batalla y victoria de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes fue coronada solemnemente en 1912 en nombre del Papa San Pio X.

El 22 de junio de 1943, el Presidente de la República, General Pedro P. Ramirez, por  decreto aprobado el día anterior con sus ministros, dispuso en el artículo 1º:

«Quedan reconocidas con el grado de Generala del Ejército Argentino: la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, y la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen».

Los artículos 2, 3 y 5 se refieren a la imposición de la banda y faja que corresponde a los generales de la nación. El gobierno Argentino proclama así solemnemente ante el mundo su religiosidad.

En 1945, el Gobierno Nacional designó a Nuestra Señora de las Mercedes Patrona Principal de la Aeronáutica Militar.

Descripción

La Iglesia de estilo neocolonial tardío fue finalmente inaugurada el 24 de septiembre de 1950. Desde el exterior se destacan dos grandes torres revestidas con azulejos y las campanas fueron fundidas en 1812.

El interior cuenta con tres naves con crucero y se encuentra rodeado de vitrales traídos de Francia, mientras que sobre la nave central hay murales de estilo realista, realizados por un artista  italiano en 1948, donde se reproducen, sobre el ala derecha, escenas de la batalla de Tucumán. En el centro del mural, se observa al general Manuel Belgrano ofreciendo su bastón de mando a la Virgen; y, finalmente sobre el ala izquierda, se reproducen escenas de la batalla de Salta de 1813.

Reliquias significativas

En todo el templo hay reliquias muy significativas para la historia Argentina.

En el camarín de la Basílica (Monumento Histórico Nacional) se conserva la imagen de Nuestra Señora de la Merced, proclamada Generala del Ejército Argentino por Manuel Belgrano.

Otra reliquia, dentro de su rico patrimonio, es la imagen de Nuestro Señor de la Salud, escultura de la época colonial tallada en madera y recubierta con una capa de yeso, pintada y protegida con barniz. Restaurada en el año 2004, es considerada la imagen de mayor relevancia estética existente en Tucumán. Llegó a la zona en 1753 desde Potosí, Perú, por los Padres Mercedarios. Todos los diez de noviembre se venera su día.

La visita

Tuve la suerte de recorrer este templo dos veces, La primera fue con un sacerdote amigo quien me contó cómo la historia de Ntra. Sra. de la Merced convirtió a Manuel Belgrano en su devoto.

El origen de esta advocación está vinculado a la época en que los moros musulmanes dominaban España, donde muchos cristianos padecieron la esclavitud y vieron en peligro la fidelidad de su fe.

Un laico llamado Pedro Nolasco (1182- 1256), al ver tantos cristianos reducidos a esclavos por defender a Cristo, trata de conseguirles la libertad, pagando con su propio dinero el rescate de muchos de ellos.

Cristianos esclavos


Pero eran tantos los cristianos reducidos a la esclavitud, que el intento supera las posibilidades. Ante esa situación, Pedro Nolasco se retira a la vida contemplativa, se dedica a orar y ayudar al prójimo. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, estando en profunda oración y meditación, recibe como una visión en la que se le aparece la Virgen María y le manifiesta que el camino no es retirarse, sino el de fundar una Orden que tomara como carisma especial la tarea de liberar a los presos cristianos.

Animado por esta visión Pedro Nolasco convence al Rey de Aragón y Cataluña, Jaime I El Conquistador y, entre ambos, el 10 de agosto, con la bendición del obispo de Barcelona, San Raimundo de Peñafort, dan por fundada la Orden de los Mercedarios. La Orden se definía como: “Orden de la Merced para la redención de los cautivos”. La palabra Merced o Mercedes en el castellano del siglo XIII significa misericordia. Con el tiempo este término pasa a ser nombre propio y quedó Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.

Nuestra Señora de las Merced

Es decir, que Ntra. Sra. De la Merced era, conceptualmente, quien había liberado a los españoles de los musulmanes y, paralelamente, Manuel Belgrano luchaba por la liberación criolla de los españoles.

En ese momento la visita incluyó este aprendizaje junto con la visualización de las reliquias históricas que fueron ofrendadas a la Virgen por parte del Gral.  Belgrano, entre las que vimos las banderas y el bastón de mando.

La segunda visita, cuando ya conocíamos la parte de historia, fue más emotiva, ya que incluyó tiempo para agradecer a Mama María por nuestro viaje, nuestra amistad y nuestra vida.

Tips de Viajero:

  • Dirección: Calles 24 de Septiembre, esquina Virgen de la Merced. Esto es a poco más de 100 metros de la Catedral de San Miguel de Tucumán.
  • Acercarse hasta la Catedral (ver Bitácora de la Catedral de San Miguel de Tucumán) y hasta la casa Histórica de la Independencia Argentina.
  • Más tips en la Bitácora de la Catedral de San Miguel de Tucumán.

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