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Marcos 1, 40-45

por Pbro. Luis A. Zazano

Evangelio según San Marcos 1,40-45.

Se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: «Si quieres, puedes purificarme».
Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado».
En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.
Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente:
«No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio».
Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.

 

 

Un leproso que quiere curarse.

1) Le suplicó de Rodillas: me viene a la mente personas que llevan una larga enfermedad, ese momento de desesperación en donde uno no sabe ya a quien recurrir. imaginate la desesperación de este leproso, se arrodillla, se humilla con tal de poder sanarse. Hoy cuantos nos humillamos para ya dar por terminado esa enfermedad que nos lleva a sentirnos sucios. Esa lepra que causa incomodidad en vos y en los que te rodean. Hoy mira tu corazón y arrodíllate ante el Señor y pedí que te cure.. Hoy también y vengo a suplicarte Señor que me cures porque hay momentos en que ni yo me aguanto, sácame esta enfermedad.

2) Quiero quedar limpio: hoy creo que vos y yo le decimos al Señor lo mismo. Yo quiero quedar limpio, vos y yo caemos en ese pecado que nos lleva a otro y así. nos vamos ensuciando y eso nos hace sentir incómodo, Jesús es medico que sana y salva. Él nos aprecio y somos valiosos para Él. ara lograr algo hay que primero quererlo: vos queres quedar limpio? entonces pidamos ayuda al Señor así no vivamos en un chiquero donde nos rodeamos de mugre, mugre producida por nosotros. la mugre espiritual es los alimentos de las pasiones en mas pasiones. Enfréntate a vos mismo y preséntate al Señor como estas, si vos queres Él podrá curarte.

3) No digas a nadie: Debemos aprender a ser prudentes en la vida, no es bueno andar ventilando todo lo que hacemos y vivimos. la experiencia que tenemos con Jesús son de manera personal y eso cuídalo como tesoro porque de allí podes sacar muchas gracias. Mirá a Santa Bernardita o el padre Pio, ellos llevaron en su corazón muchas experiencias de Dios.

Vos cuida la tuya y no seas un megáfono que todo lo anda contando.

 

 

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3 comentarios

garrobito enero 11, 2018 - 7:52 am

El evangelio de hoy dia nos presenta un momento intimo y precioso entre un leproso y Jesus. No hay nadie con Jesus, estan solos. Y el leproso solo tiene una cosa para ofrecerle: su fe en que si Jesus quiere, puede curarlo. Jesus se conmueve y lo cura y aqui podemos hacer una analogia sobre nuestras propias lepras y pecados.
Pero quiero apuntar un detalle mas interesante. Jesus lo manda a que no diga nada sino que cumpla con «lo que mando Moises como purificacion». En Leviticos 14 podemos leer el largo proceso que era necesario para que un Sumo Sacerdote certificara que un leproso estaba sano.. incluia el sacrificio de un ave, estar 7 dias fuera del campamento por siete dias, bañarse, cortarse el pelo.. toda una larga serie de pasos, sacrificios y ofrendas para poder volver al seno de la sociedad.
Pero Jesus no hace ni requiere nada de eso, solo pide en esa alma lo mas basico: que creas en El como el Sanador, el Medico perfecto de las Almas.
A veces escondemos a Cristo en medio de requisitos, demandas y falsas promesas.
La verdad que lo unico que necesitamos para acercarnos a El es un corazon que sea como el del leproso, que tenga la seguridad de que puede curarnos nuestros pecados. Amen.

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Manola enero 11, 2018 - 8:37 am

Tengo una pregunta padre… cuando escuché la reflexión sobre el evangelio de hoy, me viene a la mente muchas personas en mi trabajo… soy orientadora matrimonial… y pienso en algunas personas que sufren a la par de un cónyuge mal geniudo o tal vez enfermo emocional y psicologicamente… yo no puedo compartir esto porque lo primero que me van a decir es: “Ya ve… me tengo que separar de mi marido/esposa…”
¿Cómo podemos enviar el mensaje correcto… aprender a “conceder, sin ceder para recuperar”?

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Francisco Javier Olivares enero 12, 2018 - 2:02 am

Tengo mucha pena de que Hoy, DÍA 12 de enero no ha llegado todavía el comentario del Evangelio del dia del P. Luis Zazano. Más tarde no lo puedo compartir a mis 500 contactos que lo esperan. Perdón y gracias por vuestro esfuerzo. Que Dios os lo pague. Franja.

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