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Catedral de La Plata, Argentina

por Horacio Espinosa
catedral de la plata

La catedral de la ciudad argentina de La Plata es un templo neogótico que no tiene nada que envidiarle a las grandes iglesias europeas. Está dedicada a la Inmaculada Concepción y es una casa de Dios digna de conocer.

La historia

En el año 1881 se abrió un concurso para la presentación de planos y presupuestos destinados a la construcción de edificios públicos de la ciudad de La Plata, entre ellos la catedral. El concurso tuvo amplia difusión, al punto de que además de proyectos argentinos, figuraron otros diseñados en Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica, Uruguay y Chile. Como requisito fundamental, se pedía que el templo revistiera carácter monumental. Con todo, no hubo ningún plano que agradara a la comisión evaluadora.

Se encargó entonces al Departamento de Ingenieros del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires la producción de un nuevo proyecto. Fue así que el ingeniero Pedro Benoit presentó uno que había sido elaborado por el arquitecto alemán Ernesto Meyer, con la colaboración de su par Emilio Coutaret.

La piedra fundacional de la catedral de La Plata fue colocada en 1884, dos años después de la fundación de la ciudad. Los obreros que trabajaron en el edificio religioso, como en tantos otros de la incipiente urbe, fueron inmigrantes llegados desde Italia, Francia, España y Alemania.

“La naturaleza —decía Dardo Rocha, el fundador de la ciudad—, nos enseña que las formaciones duraderas solo se elevan con gran esfuerzo y en largo tiempo, y así las obras de los hombres, para que duren, necesitan ser a imagen de ellos, hechas con dura labor y esfuerzo infatigable”. En esas palabras se advierte la determinación primitiva de dotar a la ciudad de La Plata de un templo católico de grandes dimensiones, cueste lo que cueste.

El templo mayor fue inaugurado con una misa solemne el 19 de noviembre de 1932, día del cincuentenario de la ciudad . Para esa fecha, la catedral permanecía inconclusa; faltaba terminar las dos torres del frente, colocar vitrales, pisos, esculturas, ornamentos y realizar importantes obras en madera en el interior.

El final de obra quedó pendiente hasta 1997, cuando a instancias de la Fundación Catedral, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires encaró la tarea de terminar el edificio respetando el proyecto original del ingeniero Pedro Benoit. El objetivo era concluir la catedral antes del fin del milenio.

Se recuperaron paredes, techos y ventanas; se reforzaron los cimientos a fin de soportar dos mil toneladas que se le agregaron; y se construyeron las dos torres del frente. Éstas cuentan con un primer tramo de ladrillos que se extiende hasta los 63 metros de altura, un segundo tramo de 20 metros construido en símil piedra de color blanco, y otro de 30 metros, revestido en cobre.

Por último, y tal como lo estableció el proyecto de Benoit, 57 imágenes religiosas construidas en simil piedra están representadas en el frente, cada una de ellas con una altura que oscila entre los tres y cuatro metros. La mayor de las figuras está dedicada a la Inmaculada Concepción y está emplazada en el frontón principal del templo.

El carillón de la catedral consta de veinticinco campanas que pesan casi 20 toneladas. Antes de su instalación en la Torre de María, hacia la Avenida 51, a 75 metros de altura, fueron bendecidas por el Arzobispo Monseñor Carlos Galán. Cada campana está afinada en una determinada nota de la escala musical, lo cual permite al carillón funcionar como un instrumento en sí mismo. La más grande de las campanas está dedicada a Su Santidad el Papa Juan Pablo II y pesa 3.400 Kg.

La nueva fachada de la catedral fue inaugurada el 19 de Noviembre de 1999. Asistieron alrededor de 150.000 personas, con profunda admiración e inocultable entusiasmo. La emoción alcanzó sus picos de mayor altura cuando al promediar el “Aleluya” de Haendel, interpretado por un coro de más de 400 personas y ejecutado por una orquesta sinfónica local, acompañada por el sonido del gran campanario.

Durante la ceremonia inaugural, el cardenal Raúl Primatesta leyó el mensaje enviado por el Papa Juan Pablo II, en el que se destaca: “Ese monumental templo de estilo neogótico, cuya piedra fue colocada en el año 1884, se levanta justo en el centro geográfico de La Plata, como queriendo atraer hacia sí las miradas y los anhelos de todos los ciudadanos y para elevarlos hacia el cielo con el movimiento ascendente de sus torres de agujas”.

Hoy por hoy, la Fundación Catedral permanece como fiel custodia del edificio y gestiona los recursos que resultan necesarios para su preservación.

Un templo imponente

Construida íntegramente en ladrillos, la catedral de La Plata es imponente. Desde 1996 figura en los mármoles del piso de la Basílica de San Pedro, Roma, por ser una de las más grandes del mundo. La planta está conformada por una nave central, de mayor altura, y dos naves laterales. Ocupa una superficie de siete mil metros cuadrados, tiene capacidad para siete mil personas y mide 120 metros de largo por 76 de ancho.

El conjunto de sillería del coro y trono arzobispal fue realizado en roble de Eslabonia en 1936. Por otra parte, los cuatro confesionarios, las tallas del Cristo Crucificado, de la Inmaculada Concepción, de San José junto al Niño Jesús y de San Ponciano, fueron realizados por ebanistas de origen tirolés.

En el año 1937, llegaron desde Alemania los dos primeros vitrales. La Segunda Guerra Mundial obligó a que los demás fueran encargados a una casa parisina en 1940. La iconografía de los ventanales bajos de las naves laterales del cuerpo principal, se refieren al Antiguo Testamento y los que están en el deambulatorio y claristorio, al Nuevo.

En 1941 se colocó el piso de granito rosado proveniente de la ciudad bonaerense de Olavarría que junto con la piedra Mar del Plata de los pilares, la madera tallada y los vitrales ornamentan el interior del templo.

En el subsuelo hay una cripta en la que están los restos del fundador de la ciudad y su esposa. En tal espacio funciona además un museo que posee salas permanentes y otras con muestras itinerantes.

Las Salas Permanentes son dos y están delimitadas por sectores. La primera se llama “Miguel Omelusik” y rinde homenaje a los hombres que lo largo de los años trabajaron en la construcción del templo. La segunda, denominada “Arzobispo Carlos Galán”, documenta el camino de la Iglesia local y guarda bienes históricos de valor artístico y religioso.

También hay información sobre la capilla de Nuestra Señora de los Dolores. Construida provisoriamente dentro del perímetro de la catedral cuando todavía estaba inconclusa, estuvo abierta a la comunidad entre 1901 y 1932, año en el que fue demolida al comenzarse con los oficios en el Templo Mayor. Se pueden observar fotografías y planos de la capilla, así como la consola del órgano que supo sonar allí.

La visita

Conocía el templo desde la época en que solíamos ir de excursión con el colegio, pero a decir verdad, por entonces poco importaba la arquitectura o la importancia religiosa de los lugares que visitábamos. Más bien, la prioridad era la salida con amigos y compañeros.

Esta vez, en cambio, con mi mujer nos propusimos conocer la catedral desde la fe y la admiración. Después de todo, se trata de un templo reconocido a nivel mundial que está a 30 minutos de mi casa.

Llegamos una tarde de domingo y dispusimos el corazón a disfrutar del templo platense. Con una mirada más adulta que las primeras veces, tratamos de comprender su historia y las particularidades de su arquitectura.

Cuando dejamos el atrio para ingresar al templo, nos encontramos con naves que dejan sin aliento al más avezado de los arquitectos. Los arcos y recovecos de estilo neogótico recuerdan a los de grandes iglesias europeas que tuvimos la gracia de recorrer.

Caminamos por el lugar, oramos a los pies de las imágenes y luego nos dirigimos al museo que está en la base de la catedral. Allí aprendimos sobre la ornamentación del templo y sobre las diversas técnicas constructivas que se utilizaron para levantarlo.

Desde el museo, accedimos a un elevador que nos dejó en lo alto de una de las torres, donde pudimos admirar la ciudad de La Plata desde un lugar privilegiado. Asimismo, vimos de cerca las gárgolas y las imágenes religiosas que embellecen el lugar cerca del cielo.

Tips de Viajero

  • La ciudad de La Plata está a una hora de Buenos Aires.
  • Frente al templo, hay un bellísimo Santuario dedicado a la Virgen de Schoenstatt.
  • En los alrededores de la catedral hay un polo gastronómico interesante.
  • Cerca está además la República de los Niños, que es uno de los parques infantiles que inspiraron a Walt Disney a construir los suyos.

Muchos de los datos históricos presentes en esta bitácora fueron recuperados de la página web oficial de la catedral.

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1 comentario

María Susana Fernández septiembre 28, 2019 - 12:28 pm

Decir que la Catedral de mi ciudad, La Plata, es hermosa, es quedarse muy corto. Es un templo muy amado y orgullo de todos los platenses! Imponente, por donde se la mire, alberga un lugar especialmente dedicado a la Beata Ludovica De Angelis, patrona de la niñez y la adolescencia. Allí se conservan en una urna, los restos de la Beata y por supuesto una imagen de la misma tallada en madera. Importante: lean la historia que la tiene como protagonista, ejemplo de dedicación, donacion de sí misma y entrega a la comunidad.

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