Portada » Lucas 11,37-41.

Lucas 11,37-41.

por Pbro. Luis A. Zazano
Lucas-11,37-41

Evangelio según San Lucas 11,37-41.

Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa.
El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia.
¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.

Cada vez que visitas nuestros anunciantes estas ayudando a Misioneros Digitales

Invitar a Jesús.

1) La invitación: El invitar a comer es compartir, partir mi vida con el otro. Es dar espacio a alguien para que te conozca y conocerlo en interioridad. Jesús fue invitado, llamaba la atención y querian conocerlo más. Hoy sería bueno que pensés a quién invitas a tu vida, ¿te haces conocer? O ¿sos un misterio para los demás? No tengas miedo a mostrarte como sos, sé auténtico y no tengas miedo a mostrar tu manera de ser. Jesús no tenía problema, todo lo hacía con naturalidad, vos igual, no te preocupes del qué pensarán o dirán, tranquilo que lo mismo hablarán de vos.

2) Limpiarse: El ser limpios es una actitud interior más que exterior. Es sacar de vos aquello que te mancha y te hace sentir podrido. Saca de tu vida ese rencor que te ensucia y te hace pensar locuras, saca y limpiate de esas ganas de vengarte que lo único que trae a tu vida es inquietud y dolor, más que paz. Límpiate de esas cosas que no te ayudan a ser feliz.

3) Limosna: Solo te limpiarás dándote a los demás, ayudando a otros. No hay mejor terapia que ayudar a alguien necesitado. Andate al hogar «san Roque», visita a las abuelitas y verás en ellos que la vida se vive con alegría. Anda al hospital de niños y verás cómo desde niño uno la pelea a la vida. Ver a mamás y papás que pasan horas al lado de su hijo o hija mirando cómo respiran y atentos ante alguna molestia. El ver esas cosas purifica y te hace ver la vida de una manera distinta.

Un pequeño aporte económico tuyo, puede ayudarnos
a continuar con nuestra misión
¡Dios te bendiga!. ¡Gracias!


Un año con Jesús

Artículos relacionados

Deja un comentario