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Meditación del 17 de Julio

por Pbro. Luis A. Zazano
Mateo 12, 1-8

Evangelio según San Mateo 12,1-8.

Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: «Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado».
Pero él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre,
cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?
¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?
Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo.
Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes.
Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado».

Cada vez que visitas nuestros anunciantes estas ayudando
a Misioneros

Hay alguien más grande.

1) Hambre: vemos a un Jesús humano, que siente y tiene necesidad. Hoy no tengas vergüenza de mostrar necesidad. Hay veces que nos mostramos ante los demás como superhéroes o como personas que no tenemos problemas. No te digo que andes mostrando a todo el mundo tus miserias, pero creo que ningún extremo es bueno: ni mostrarte como la persona superada, ni como la persona con todas las penas y dolores del mundo. Es simplemente mostrarse normal.

2) Ritualismo: implica mostrarse duro, pero con Dios y hacer a Dios algo cercano. Hoy podemos hacer nosotros lo mismo que hicieron con Jesús. Podemos hacer que a mucha gente hambrienta de Dios la corramos y le exijamos cosas que no son Dios. ¿Cuántas personas hemos alejado de la Iglesia con nuestra actitud ritualística y prejuiciosa? Pues como dice el famoso dicho: «es más fácil romper una bomba atómica que un prejuicio».

3) Dignidad: Jesús nos recuerda que existe dignidad. Nosotros, como creyentes, debemos vivir dignamente y ayudar a que otros vivan dignamente. Es el mismo Cristo en cada hermano. Sé que cuesta ver a Jesús en muchos, pero no tenemos derecho a hacer de nadie una vida indigna. Pero si alguien te quiere a vos hacer una vida indigna aléjate, porque tu dignidad es sagrada, porque te la dio Dios.

Un año con Jesus

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3 comentarios

ana alvarellos julio 17, 2020 - 2:59 am

La única ley existente es la de un gran Amor como el de Cristo en la Cruz. Si nos paramos y aquietamos nuestra cabeza y nuestro corazón para poder pensar serenamente, podremos entender y gustar cómo sea inmenso el Amor del Padre por todos nosotros: Él ha permitido que el Hijo Jesús fuera crucificado y muriera para que este gran sacrificio sirviera a la reconciliación de toda la humanidad y de todos los tiempos. ¿Cómo podemos abstraernos de esta realidad y tartamudear citando las leyes que hay en las injusticias de quienes las observan? “Quien a hierro mata, a hierro muere” ¡Quien con la ley mata de ley muere!… porque nadie puede pensar o decir “Soy totalmente justo y cumplo toda la ley” Si en mi corazón conservo y observo la «ley» para condenar, soy como estos fariseos que no han aceptado ni entendido a Jesús y su Vida. Si uso la ley para puntualizar la ley, cualquier ley, no tengo la misericordia de Dios en mi corazón para mirar a mis hermanos y hermanas, ni tampoco tengo la Paz de Jesús que hace nacer un sentimiento nuevo: el deseo constante de COMPARTIR y el sentimiento de GRATITUD.

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Joaquin Isla julio 17, 2020 - 6:13 am

Dios los bendiga

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Graciela julio 17, 2020 - 9:34 pm

BUENÀS NOCHES,NO OLVIDEN ENVÍO MEDITACION-EVANGELIO:18-07 GRACIAS

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