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Marcos 10,1-12

por Pbro. Luis A. Zazano
Marcos 10,1-12

Evangelio según San Marcos 10,1-12.

Jesús fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Se reunió nuevamente la multitud alrededor de él y, como de costumbre, les estuvo enseñando una vez más.
Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?».
El les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?».
Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella».
Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes.
Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer.
Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre,
y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.
Que el hombre no separe lo que Dios ha unido».
Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto.
El les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella;
y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio».

 

 No adulterés el corazón de nadie.

1) Lo ponen a prueba: los fariseos lo quieren poner a prueba a Jesús. Hoy también tenés personas que te ponen a prueba a vos. Un cura anciano siempre me decía que cuando hay pruebas es porque vas en lo correcto. La vida te va poniendo pruebas pero es para que sigas adelante. Así como de un examen depende que un alumno pase de curso, así en la vida hay pruebas para avanzar en el camino a la felicidad. Fijate qué pruebas tenés ahora y por dónde vas.

2) Dureza de corazón: me pongo a pensar en cuántas heridas matrimoniales hay alrededor nuestro, personas que su matrimonio en vez de ser un camino al cielo se hizo el mismo infierno. Sé que la vida matrimonial es difícil, cuesta ponerse de acuerdo, cuesta caminar juntos hacia una misma dirección pero cuando el corazón se endurece y no se abre al perdón, al diálogo y la sinceridad todo termina enviciándose. El adulterar es carencia, son faltas, es buscar fuera de lo que no hay dentro. No dejes adulterar tu corazón y tampoco no atentes contra otro corazón. Busca amar sin condición y formar tu amor.

3)  Valor: LA CRUZ, hoy la propuesta que te tengo es que mires aunque sea un cachito la cruz, la que tenés en tu cuello, o en tu pulsera o en tu bolsillo, en donde sea. 

La tarea es que sólo mires una cruz, tampoco te pongo el tiempo, eso decidí vos; pero no termines este día sin ver una cruz.

 

 

 

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